domingo, 29 de abril de 2012

Amor de Abuelo




Y es que aunque a él no le gusta la palabra, no la hay cargada de más ternura y cariño. La suerte de ser abuelo joven, y el privilegio para los que hemos tenido el lujo de disfrutar de nuestros abuelos cargados de energía, de fuerza, de ilusión. Una alegría que nunca se apaga, una ilusión que crece más con los años. La suerte del niño que crece entre unos mayores muy jóvenes, entre bisabuelas, abuelas, tías que podrían ser primas, primas que podrían ser hermanas...

Y en apenas un año de vida, se ha convertido en el protagonista de esta familia. Su abuelo ya sueña con pasear con él por su amada naturaleza, en enseñarle cuando bajan los venaos del monte o en cantar los goles del Atleti, o mejor aún, de España. 

La infancia... que consigue hacer aflorar los sentimientos que estaban mejor guardados, llenándolos de ternura, de vida, de alegría... Infancia bendita que hace que nuestros corazones sean aún más jóvenes. 

Y la complicidad que ha firmado un pacto entre nieto y abuelo, para ser por siempre eterna.


viernes, 27 de abril de 2012

Se va la ELEGANCIA



Cuando alguien se va y deja la tristeza de su marcha, es una buena señal. Cuando nadie quiere verle marchar, cuando no hay que salir por la puerta de atrás con la cabeza baja, cuando se lleva el cariño y la admiración de todos...Es que se es GRANDE. 

Y grande es Pep Guardiola, elegancia personificada, ejemplo de clase, de saber estar, de diplomacia. Persona de quien nadie, ni tan siquiera el más radical madridista puede decir nada malo. Alguien a quien lo único que se le achaca (los que tienen que sacar peros como sea) es que es demasiado correcto, demasiado PERFECTO.

Así se van los GRANDES. Sin reproches, sin refunfuñar entre dientes. Aplaudido por todos. Aclamado por todos. Y nos deja con la nostalgia de nada menos que 13 títulos que nos han hecho vibrar con el FÚTBOL con mayúsculas. Pero más allá de los títulos, está la sensación de que se va una buena persona.

Como una culé más, solo puedo sentirme muy orgullosa de este sentimiento blaugrana con el que me he emocionado más que nunca en los últimos años. Como todo en la vida., se acaba una etapa, comienza otra. No se si mejor o peor, pero se que lo vivido será INOLVIDABLE. 

Yo viví la etapa del Dream Team. También he vivido la del Pep Team. El mejor equipo de la historia, de todos los tiempos, del mundo...

...GRACIAS PEP

viernes, 20 de abril de 2012

Se le apagó la Luz


Hoy la melodía se hace silencio. El Sueño duerme, y la Luz se apaga dejando tan solo lúgubres sombras. Hoy ni siquiera tiene color la primavera, el cielo se turbia de un gris espeso y las nubes tapan cualquier azul.

Aun me dura el impacto y la imagen de su sonrisa tras aquel concierto en Alcalá. Hay genes en los que no va información del color del pelo, la estatura o el grupo sanguíneo. Van cargados de valores, de principios, y sin duda, querido Alejandro, tú eres un claro ejemplo.

Hoy tu guitarra llora y tu pañuelo se moja de lágrimas. La Luz se ha vuelto oscuridad y el alma... el alma se llena de tristeza.

Y qué estúpidas se plasman las palabras en momentos así. Cuanto dolor y qué poco consuelo. Y a mi solo se me ocurre mandarte un abrazo "apretao" , regalarte mi cariño, mostrarte mi apoyo, ofrecerte mi mano...

Sin duda, un día muy triste para todos los que te queremos, los que de alguna manera formamos parte de ti. Hoy es tu voz la que calla...Qué paradojas de la vida, tu voz callada...Cuando siempre eres tú el que tienes las palabras exactas para cada momento.

Se nos fue un ángel...Esa que te dio vida. Pero la poesía de su alma...esa nunca morirá.

Te queremos, Alejandro...

martes, 17 de abril de 2012

LXXXIII Vueltas al Sol


Y más bonita que las rosas... No eres muy de fotos, pero casi te has acostumbrado a mi cámara. Dices que tienes muchas arrugas, pero dónde tu ves eso, yo veo vida y experiencia. Me has enseñado tanto que no sería capaz de explicarlo ni en mil entradas. Has sido madre, abuela, consejera, amiga buena, apoyo, ayuda, sabiduría... Y sigues siendo la Luz que ilumina nuestros caminos, el pilar de esta familia que tú has formado y el valor más grande de ella.


Hoy te miro a los ojos y sigo viendo reflejada la misma bondad de siempre, con la ternura que dan los años. Con la ilusión de esa rosa que vuelve a florecer en primavera. Te miro y veo un amor renovado, infinito, puro.   Y tienes tus cosas de siempre, que hemos entendido mejor con los años, esas que te hacen única y especial. 


Y sigues contándonos como fue aquella guerra, lo difícil que era antes simplemente VIVIR. Lo duro que es pasar hambre. Por eso quizás hemos aprendido a valorar más las pequeñas cosas, a apreciar el calor de los tuyos. Hemos aprendido a querernos más. Y es que el regalo nos lo haces tú cada día, con tus guisos de cariño, con tus enhebrares de dulzura, con tu amor sin medida, con tus costuras de bondad y tus remiendos de humildad. 

Y si tengo un sueño en esta vida, es poder parecerme a ti algún día...

Te quiero tanto... ¡FELICIDADES YAYA!

domingo, 15 de abril de 2012

Dormía la Luz



  

La Luz dormía la víspera del tercer día en otros muros llenos de historia. Me encaminé a otro San Pedro, a solo unos pocos kilómetros del faro de mi tierra. La Paz inundaba el templo, imaginé que algo parecido debieron sentir aquellas mujeres al llorarle en el Sepulcro. El Consuelo prendía ahora de una cruz, en forma de cuerpo inerte, pero la Piedad seguía estando en brazos de la Madre, con la misma esencia que hace que mi corazón se estremezca cuando paso a verle a la capilla penitencial. 

Nunca le he visto sin vida, dormido a lo sumo, pues el alma nunca muere. El sueño dulce reposaba en un abrazo de Piedad. La Gloria casi se presentía entre el olor a lirio y clavel y el sabor de la pasión. Y yo, postrada a sus pies, buscando un Consuelo que ya no podía darme...


Le vi dormido en la cruz, en brazos de su Madre, y en un sepulcro donde descansaban sus llagas. Le vi, lleno de Amor, con un Consuelo que sabía a Piedad, con heridas de las que ya no brotaba sangre, si no Eterna Vida. Le vi, diría que incluso me miró aún con los ojos cerrados, pues hay miradas que nacen desde el corazón. Le vi, creciendo ofrendas a sus pies, con promesas que resurgen como una nueva primavera...


Y sentí su alma en aquel sepulcro que tan pequeño le quedaba. Estaba desnudo, pero vestido con ese traje de Gloria Eterna. Ya no había dolor, si no susurros de nanas junto a las estrellas. No había lanzas, ni sangre que brotara, ni espinas en su cabeza. No había clavos, ni burlas, ni sayones que flagelaran la Bondad verdadera. No había látigos, ni sentencias, ni dados que sortean. Dormía la Gloria, en un San Pedro de grandeza. Dormía para despertar entre los brazos de la belleza. Dormía en la víspera, negando toda tristeza. Dormía en el sepulcro, en el regazo, y en la madera...Para despertar al tercer día, llenándonos de  Consuelo, de Vida y de Piedad Eterna.


...Gracias David, gracias Alberto... Por enseñarme tanto, por vuestra Bondad y por ser LUZ .

sábado, 14 de abril de 2012

Y la Luz se hizo


Fotografías: Javier Regaña

Y de qué manera se hizo presente, por fin, en mi hermandad. El rostro reflejaba de nuevo la juventud de una ilusión renovada, de sueños cumplidos y anhelos alcanzados. Aires nuevos con aromas a jazmín y rosa, con esencia de buen gusto y de un camino que se empieza a abrir, como se abrió la puerta ojival a las 12 del mediodía para que la Misericordia se paseara por esa Civita Regia que tanto la quiere.

Niña que madura entre el cariño, ofrendas que se consumen a sus pies, promesas prendidas de su saya...Y la quiero como el primer día. Hasta el más pequeño de mi familia ya está aprendiendo a quererla. Ese sentimiento de juventud eterna que se renueva.

La quiero, y Ella lo sabe. Me espera cada pocos días tras la reja, y me cuenta, y yo le cuento. La miraba desde mi antifaz y el tiempo se detenía. Capaz de unirnos a todos, capaz de convocarnos con su llamada y sentir que latimos por un mismo corazón. Juventud a la que nos trajeron de la mano nuestras abuelas, a las que nunca se les hará mayor su alma, ni su corazón.

Y no fue un Viernes Santo más, pues la Luz brilló como nunca lo había hecho. Las ofrendas pudieron consumirse y el sentimiento recuperar su ilusión perdida. No fue perfecto, lo sabe Ella y lo se yo. Pero el camino por fin tiene un rumbo, una meta a la que llegar. 

Los sueños se cumplen...Y yo quiero seguir soñando.


Fotografía: Ángel Ureña

viernes, 13 de abril de 2012

Estación de Penitencia


Tampoco esta vez pudimos mirarnos. Tú, desde lo alto, yo bajo el anonimato que me otorga el capillo blanco. No hubo saetas desde el balcón, ni misereres en el Camarin o la Merced. El pabilo no se estrenó, ni se consumieron los codales. No se agotaron las estampitas de los niños, ni pudiste visitar a esas monjitas buenas que con tanto cariño te cantan desde su puerta.

En cambio, fue la Madrugá más penitencial que recuerdo. La más difícil, la más profunda, y tal vez, la que nos invitó más a la reflexión. Estación de Penitencia en estado puro, aún sin salir de aquellos muros en los que tantos secretos nos hemos contado. Recogimiento del alma.

Duro... muy duro lo que viví, lo que sentí. Dolió más que nunca, como el frío que penetra en las entrañas y nos oprime el corazón. Afrontar que no era la mejor opción, si no la única. Buscaba tu mirada y ni Tú sabías bien por qué. Y aún así, los dos, Tú desde tu altar, y yo a Tus Pies, realizamos la más sentida ESTACIÓN DE PENITENCIA.

martes, 10 de abril de 2012

Hasta los huesos...


Hay lluvia que te cala hasta lo más profundo, de esa que aunque lleves paraguas te traspasa y se mete en lo más hondo de las entrañas. Y estas son de esas fotos que nunca quieres hacer, con las que nunca sueñas, de las que no te traen buenos recuerdos a la memoria. Pero así fue mi martes santo...Soportando el aguacero, sabiendo que ya todo estaba perdido y que solo quedaba esperar a que pasara la tormenta y llegara la calma. A que el sol volviera a brillar. 


Y es que aunque algo se preveía ya, siempre te queda esa última esperanza de que sea un espejismo, esa ilusión en el alma. Y como espejismo que es, se esfuma...Y ahí te quedas tú, con tu paraguas, sintiéndote idiota bajo la lluvia que no le importa calar y acabar con tantas ilusiones, con la magia, con ese sabor a miel que pronto se convierte en hiel fría y amarga...

Llueve, llueve... y como siempre no a gusto de todos...

lunes, 9 de abril de 2012

Volveré...


Impaciente por verte fui a buscarte la tarde antes. Allí estabas, aguardando la gran cita, ultimando los detalles que tanto nos gustan a Ti y a mi. Me fui con una sonrisa en los labios, sabiendo que solo quedaban unas horas para nuestro encuentro. Recorrí algunas callejas, pensando en lo que se aproximaba. Y dormí feliz, con el nerviosismo típico de la víspera de algo importante. Amaneció en incertidumbre, pero no quería mirar hacia arriba. Eras Tú quien te encargabas de hacerlo siempre. Me arreglé, me vestí con la mejor de mis sonrisas y ese brillo en los ojos que solo resplandece cuando tienes la ilusión puesta en algo grande. Era el día. 

Entre el gentío característico, fui caminando hacia esa placita dónde siempre nos encontramos, a la vera de Tu casa. Te esperé, en la misma esquina de siempre. Se escucharon de nuevo esos sones de Reyes, fieles también a su cita. Todo era igual, como cada año, como cada domingo mágico. Nada me hacia presagiar lo que venía...

Llegó la hora, y me extrañó que no asomaras ya, pues siempre eres tan puntual...El sol brillaba entre algunas nubes, nada fuera de lo normal. Pero Tu puerta permanecía cerrada y la sensación de nerviosismo se empezaba a apoderar de mi. Malos presagios flotaban en el ambiente. Pasaban los minutos y todo seguía igual...

Y no pudo ser. Me tuve que marchar sin verte, con el corazón encogido de la ilusión que se evapora. No había dependido de Ti ni de mi, simplemente, había pasado. Me di cuenta enseguida que no era la única a la que invadía la tristeza. Quizás esa promesa hubiese comenzado ya...Antes de lo que teníamos previsto.

Tú y yo sabíamos que este año era especial. Que era diferente por algún motivo. Sabíamos que el año que viene nuestra cita no sería igual. Que no te veré mirando al cielo ni en aquella placita...Te veré de distinta manera, igual que te vi revestido de Amor en la impresionante noche. No acudirás a la misma hora, ni con los mismos sones. Pero los dos sabemos que estaremos. Y que aunque sea diferente, será especial. Los dos sabemos que el motivo bien lo merece.

Mientras tanto, volveré a llamar a Tu puerta pronto, a verte en la intimidad, sin gentío, sin aquellos sones que tanto nos gustan a los dos. Volveré a verte en el recogimiento, en el corazón de aquel barrio humilde. Volveré...y serás Tú quien me espere.