domingo, 30 de diciembre de 2012

Nueva Luz


Hace unos días tuve la dicha de vivir en primera persona una imagen similar a esta, pero en carne y hueso. Si la preciosidad de figura que el maestro Mayo Lebrija realizó a palillo para el belén de la Comunidad de Madrid me encanta, no os imagináis lo que emociona ver algo así en directo, y más viniendo de personas tan queridas y apreciadas. Mi querida Almu nos brindó desde su habitación de hospital una imagen parecida, una de esas fotografías que quedan grabadas en el carrete del corazón a modo de recuerdo, con el pequeño Martín, recién llegado al mundo, cómo aquel Niño que ahora sobrepasa los dos milenios. Y como aquel Niño, también ha traído una nueva Luz a sus padres y al resto de su familia, y por supuesto a todos los que tenemos el lujo de contar con la amistad de tan bellas personas cómo son Miguel y Almudena. 

Si a Miguel le brillaban los ojos cuando miraba al pequeño, la Luz que desprendían los de Almudena cogiéndole la manita era más resplandeciente que la estrella que guío a los magos a belén.

Por eso siempre digo que Navidad no es una fecha, si no un sentimiento, y que está presente todo el año en el corazón. Vosotros este año habéis llenado de Navidad a todos los que os rodeamos.

Queridos Miguel y Almudena, gracias por compartir con nosotros los momentos más especiales de vuestras vidas, que esa Luz que se ha hecho presente en esta época tan bonita, ilumine siempre vuestros caminos, y que la Salud sea fuente eterna en vuestra preciosa familia.

lunes, 24 de diciembre de 2012

Sólo un deseo


Este año no quiero pedirle a los Reyes otra cosa. Tal vez porque no lo valoramos hasta que no nos falta, o tal vez porque aprendí de golpe tantas cosas que casi no me quedó aliento. Esta noche, de nuevo, el Niño Dios nacerá en cada uno de nuestros corazones, colmándonos de Paz y Bien. Por eso, a ese Niño que hoy se hace humano, le pido aquello que realmente merece la pena, Salud para los míos, para los vuestros, para todos y especialmente para uno.

Que nunca perdamos la Esperanza, y que la Luz que hoy se hace presente, siempre guíe nuestros caminos.

FELIZ NATIVIDAD DEL SEÑOR


miércoles, 19 de diciembre de 2012

Sueños a la deriva

Hace tiempo que no hablamos, o que no hablo de ti. Creo que es lo mejor, ya sabes. Ha sido un año intenso y toca hacer balance. Para mi, esta vez, y aunque siempre intento que no sea así, puede lo negativo. Sólo quiero que se acabe ya. Ha sido un año de ilusiones robadas, de sueños a la deriva, naufragando en un océano de hipocresías. A menudo me pregunto si quiera  me escucharás o lo habrás hecho alguna vez. Me he enfadado contigo, hay tantas cosas que no entiendo...Otras que antes me desvelaban, ahora ya apenas me preocupan. Pero aún así, me sigue doliendo el daño que te hacen. Te rodea la mentira, la falsedad, y tú sigues ahí, impasible. Parece que con un perdón con la boca chica y unas cuantas miradas de indiferencia, te es suficiente. Y te respeto, pero no me pidas que lo entienda. Pasa el tiempo, pasa la gente, pasa la vida. Pero hay cosas que no pasan y parecen ser eternas a tu alrededor. 

He llegado a un punto en el que creo que quererte en la distancia es lo mejor. Egoísta tal vez, pero sensato. Si me acerco, sufro... y sufres. Apenas puedo pronunciar tu nombre ya y prefiero permanecer en la lejanía, dejando que el tiempo cure las heridas. No me quedó aliento para volver.

Sabes que por encima de todo, hay una sola cosa que atormenta mi mente. Algo que me ha hecho comprender lo verdaderamente importante de la vida. Algo sin lo que todo lo demás no tiene sentido. Algo que me ha removido lo más profundo de mis entrañas, y me ha enseñado aprender a valorar lo esencial. Las pequeñas y a la vez grandes cosas. Lo cotidiano, que no todo el mundo puede tener. Las banalidades se las dejo a los hipócritas.

Por eso, aunque me cuesta horrores, quiero seguir pensando que estás aunque yo no esté. Que me escucharás aunque a mi me cueste ahora hacerlo, que me ayudarás aunque sea cuando menos lo merezca. 

Te he gritado tan alto como mi garganta me dejó, te lo he repetido tantas veces que mi propia alma se cansó...Y sigo sin saber si me escuchaste o simplemente oíste el murmullo.

Once días para pasar página y volver a empezar. Y me pregunto si algo cambiará...Si volverá una nueva primavera.


martes, 18 de diciembre de 2012

Un año más


Aunque este año hayan cambiado y pasado tantas cosas que me hagan ver otras de una manera muy diferente, aunque no sienta esa Esperanza que hoy debería en mis entrañas, aunque no sepa ya qué pensar,qué creer. Aunque nunca me gustaron estas fechas, pero aprendí a verlas de manera diferente por esa persona especial que comparte mis días. Aunque la oscuridad se adueñe de la Luz desde hace un tiempo...

Espero que esa Luz que viene al mundo en forma de Amor, vuelva a brillar, que se haga más presente que nunca, y que traiga sobretodo, toda la Salud que le pedí.

Que paséis todos una Feliz Navidad.


domingo, 16 de diciembre de 2012

Hasta siempre, Speedy


Sólo aquel que ama a los animales puede entender el vacío tan grande que dejan cuando se van. Speedy llegó a casa hace dos años y se fue ayer. Quiero pensar que fue feliz, pues lo cuide y lo quise muchísimo. Tenía un carácter un tanto especial, éstos bichejos no te muestran el cariño cómo los perros o los gatos, pero te quieren a su manera. Siempre salía al escucharme, me llamaba la atención para que le diera comida (aunque tuviera el comedero lleno) y aunque era muy asustadizo, se había acostumbrado a mi. Le encantaba corretear cuando lo soltaba, meterse entre tubos y mil cosas que ya echo de menos al ver que ya no asomará más por esa casita, que ya no dará vueltas en su rueda, y que no saldrá al olerme o escucharme.

Siempre se aprende algo de los animales, y yo de Speedy aprendí que por muy pequeño que seas, el coraje y las ganas de vivir pueden con todo, pues hace unos meses, cuando enfermó y los veterinarios no daban mucho por él, tras darle todos mis cuidados, salió adelante con más energía si cabe. 

Hoy es un día triste, porque mi pequeño y a la vez gran amigo, se fue... Gracias por estos dos años, Speedy.


domingo, 2 de diciembre de 2012

Será porque te quiero


No sé de dónde diablos ha salido esa lista, ni quienes han sido los iluminados que la han creado. Pero me niego a creerlo. Será porque te quiero. Porque a mi nunca me parecerás de las más feas, porque he nacido entre tus muros, o porque he crecido y he aprendido entre ellos. Porque cuando te arrancan un árbol me duele a mi, o cuando derriban un nuevo edifico siento que se va una parte de mi esencia. Será quizás porque me encanta caminar entre tus calles o perderme en ese mágico parque. O porque he soñado entre majestuosos templos, sumergiéndome en sus centenarias piedras. 

Será porque te quiero que aún sabiendo que no eres patrimonio de la humanidad, te siento patrimonio de mis entrañas. Será porque aún sabiendo de memoria todos tus rincones, siempre veo encuadres diferentes. Porque he aprendido incluso a mirar de otra forma aquel peculiar edificio que se alza en tu corazón. Quizás sea porque me gusta saborear tus costumbres y me duele cuando siento que se pierden tus tradiciones. 

Será porque te quiero, porque a veces me agobias, tan pequeña y sin secretos...Pero te echo de menos cuando me voy. O porque en tus entrañas nacieron grandes caballeros. O quizás porque el albero de un Prado sabe y huele a tradición cuando se llena de ofrendas y pañuelos de una yerba que nació en un Camarin desde el que se guardan las ilusiones.

Será porque te quiero, que no entiendo al que reniega de ti. Al que quiere demoler los sueños que un día soñamos, la magia que se guarda en tantos rincones. Será porque mi mirada se tiñe de nostalgia al pasar por el colegio en el que aprendí valores o el convento desde el que nos miraba la humildad. Será porque aún me acuerdo de aquella vieja estación dónde nos despedíamos del querer o porque me hago mayor y aún veo en mi memoria al carro tirado por una mula repartiendo leche. 

Será porque me gustan tus tiendas de siempre, porque quiero que tus barrios sigan sabiendo a barrio, que la gente siga saliendo en verano a sentarse a las puertas de sus casas y a comentar el día con los vecinos. Será porque no me gusta vivir en un sitio dónde la gente no de los buenos días y apenas te miren.

Será porque te quiero y recuerdo tantos juegos en aquella plazuela, porque me cuesta reconocer a veces los lugares dónde sonreí, dónde me escondía o me columpiaba. Será porque me entristece que no te valoren, que no te dejen enseñar lo mucho que escondes, que te pongan horarios en ocasiones tan restringidos para poder valorar tu arte.

Será porque soy una nostálgica y me gusta pensar que cuando algo lo deteriora el paso del tiempo, siempre se puede arreglar, y no dejar un vacío que no sabremos a buen seguro si se volverá a llenar algún día. Porque me encanta ver fotografías de cómo eras antes de que te conociera y escuchar historias sobre ti.

Será porque te quiero...