miércoles, 31 de julio de 2013

Día Grande, Día de Tradición


De nuevo el color de las faldas se mezclará con el blanco impoluto de miles de camisetas. Los vaqueros se alternaran con los pantalones arremangados de vendimia y las rallas de las faldas se alternaran con los cuadros de los pañuelos de yerbas. Todo vuelve, y el verano despierta estos días de su letargo en el que nuestras gentes prefieren el fresquito del campo o la piscina, o el sol de una playa para volver a la tierra que tanto sufre, para volver a llenar las calles de luz y color.

Hoy llega de nuevo la más grande de nuestras fiestas. Y como cada año, no puedo evitar acordarme de los que no están, de los que han compartido tantas Pandorgas, de los que seguro que hoy tendrán el corazón a flor de piel recordando tantos momentos especiales de este día...Porque hay cosas que viajan en el alma. 

Y especialmente me acuerdo de alguien que sin estar, está más presente que ninguno...

Por todos vosotros, que hoy no podéis estar, pero que os llevamos en el corazón. Y por todos los que estáis, porque hay que disfrutar de cada momento juntos.




jueves, 25 de julio de 2013

La pequeñez de las palabras


Hay días en los que la nostalgia se hace especialmente presente. Miras atrás y el sabor dulce de los recuerdos se apodera de ti. Te preguntas en qué momento dejaste de ver a menudo a personas que formaban tu día a día y ni lo recuerdas. El caso es que en la vida, cada uno dibujamos nuestros caminos, y a veces esos caminos se distancian de otros que hasta entonces habían ido paralelos. 

Recuerdo mis años de instituto con ese sabor a miel de una recien estrenada juventud. Las tardes sentados en los bancos de "los cortijos", escuchando rimar a mis amigos. Y recuerdo verles bailar, doblarse cómo si fueran de goma. Y por supuesto, recuerdo verles pintar auténticas obras de arte, con unos simples sprays. Me parecía increíble que aquellas manchas en la pared, luego fueran imágenes llenas de LUZ cómo esta que os muestro.

De aquellos años, no tengo malos recuerdos. Todo era ilusión, todo estaba por empezar. Y recuerdo aquellos amigos tan transparentes cómo un vaso de agua.

Anoche me dormí consternada por el terrible accidente de tren ocurrido en Santiago de Compostela. Pero esta mañana sentí que me partían el alma cuando me comunicaban, que mi mejor amigo de  aquellos años, aquel con el que pasé cada tarde, aquel que me guardó mil secretos y fue mi cómplice tantas veces, aquel con el que descubrí una amistad tan pura...Iba en ese tren. He sentido que el corazón se me paralizaba.

Por suerte, aunque con heridas importantes, está fuera de peligro. La parte negativa es que su novia no ha corrido la misma suerte y su padre a estas alturas, aún continúa desaparecido. No me quiero imaginar que sentirá cuando despierte y sea consciente de la situación, pero seguro que el dolor físico no será ni una pequeña parte de lo que pueda sentir con esta tragedia. 

Y es que a veces no es necesario verse a diario para mantener el cariño, porque cuando te ves, sientes que el tiempo no ha pasado.

Seguro que muchos reconocéis el graffiti de la foto, situado precisamente en el barrio de nuestra ciudad que hoy celebra su día grande. Casualidades de la vida o caprichos del destino. Desde que Isi lo realizó siempre he tenido debilidad por ese graffiti que llena de luz lo que era un triste muro más de la ciudad. Hoy lo miro de una manera especial. Aquel dibujo que cuenta una historia, aquella chica de la rosa en la boca, hoy parece gritar en silencio.

Mis palabras se quedan minúsculas hoy, pues hay momentos en los que sientes que de nada sirven, pero desde aquí, le mando a Isi y a su familia todo mi apoyo, toda mi fuerza...

Hoy todos somos Galicia.

lunes, 22 de julio de 2013

Mi hermana, mi orgullo


Nunca entenderé como hay hermanos sin hablarse, por fuerte que haya sido la discusión. Tal vez porque yo no me imagino sin hablarme con mi hermana, y aunque la distancia física es dura, la del alma nada la puede. Si alguien me pregunta a quién admiro, sin dudarlo, por encima de todo, es a ella. Porque siempre consigue lo que se propone. Porque nadie le ha regalado nada. Todo se lo debe a su tesón y esfuerzo, y también, por qué no decirlo, a su cabezonería.

Mi hermana es médico, se implica con cada paciente cómo si fuera su propia vida la que está en juego. Pero no es de esos médicos que se conforman con el primer diagnóstico y se va a casa tan tranquilo. Es médico de los que ponen todo el corazón, porque para ella un caso, no es un número de historial, si no que es una historia en sí. Una familia que espera, una mirada que alberga esperanza, una lágrima de rabia...Es de las que llora de impotencia si no puede hacer más o salta de alegría por haber salvado una vida. 

A mi nunca me gustaron los hospitales, ni las batas blancas, ni los pijamas verdes. Ni me gustarán. Pero ojalá hubiera más médicos como ella, porque una profesión así, necesita mucha vocación, algo que a ella no le falta. Si hay algo de lo que jamás dudaré es de su valía, de su intención. Y nunca ha sido otra que querer lo mejor para sus pacientes. Y cómo no, para los suyos.

La he visto sufrir por personas que esperaban su hora y la he visto celebrar victorias ante esa sombra de guadaña que tanto miedo da. Comprometida con cada causa, de las que saben que quejándose no se cambia el mundo, si no que se implica desde dentro. Bien lo sabe quien ha sido testigo de sus labores humanitarias en el tercer mundo, eso es "amor al arte"

Pero como muchas otras cosas en la vida, para ser una buena profesional, antes hay que ser buena persona, y eso es lo que me hace sentir más orgullosa de ella. Porque para curar el cuerpo, hay que ser de corazón limpio y tener el alma sana. Y para trabajar con personas, hay que ser bueno. Y mi hermana es buena. Muy buena. La mejor. Y no es porque sea mi hermana. Es porque se lo ha ganado.

Gracias por compartir conmigo mis grandes pasiones, por estar a mi lado siempre, porque no hay distancia que pueda con eso. Gracias por hacerme sonreír incluso entre lágrimas y por haber estado dispuesta siempre, desde la pasión de la medicina, a ayudar a todos los que te lo han pedido, a todos los que quieres o quiero, a todos los que no te dejan indiferente.

Te quiero.