De luto te ponen el terno
En memoria a los que faltan
A los que ya son eternos
Y la misma Gloria alcanzan.
Un puñal en tu pecho
Quiere atravesarte el alma
Y quiere llorar hasta
el cielo
Cuando el dolor se te clava.
Ni el negro de terciopelo
Puede nublar tu mirada
Salud para los enfermos
Te rezan entre plegarias.
Tú que a los pies del madero
Llorabas desconsolada
Poniendo a sus pies un beso
Que nacía entre las lágrimas
Salud de un barrio entero
Que no deja de rezarla
Luz entre los luceros
Devoción ya bien marcada.
Y ni aunque te vistan negro
La dulzura se te apaga
Porque eres Salud del Cielo
Cinco letras de Esperanza.