Se nos va otro año. Y mientras se nos escapan entre los dedos los recuerdos de éste, pensamos en los nuevos propósitos para el que viene. Es momento de hacer balance, de valorar todo lo bueno que nos ha regalado este 2010. Y de quedarnos con lo positivo.
Son cientos de imágenes las que se me vienen a la mente, fotografías fijas en la memoria. Risas, abrazos, sabor a incienso... Y los amigos, siempre los amigos.
Esa gran familia a la que tienes la suerte de elegir, la que te acompaña y comparte tus momentos buenos, y también los malos. Los que llegan, y los que se van...Los que saben cómo estás con sólo una mirada. Aquellos que son motivo de tu sonrisa.
Y también recuerdas momentos con tu familia de sangre. Y aprendes que estarán ahi siempre. Y que no merece la pena enfadarse. Que todos debemos respetarnos y aceptarnos. Porque compartiremos muchas más navidades juntos.
Son tantos los recuerdos que me abruman del año que se va, que no podría resumirlos en unas simples líneas. Pero hoy me enfrento a una nochevieja más, una nochevieja diferente, en la recordaré a los que no están. Y echaré de menos a esa sonrisa que tanto quiero...
Feliz Año Nuevo
