domingo, 23 de junio de 2013

El reflejo dónde me quiero mirar


Siempre decimos que hay cosas que deben quedar entre dos personas, y que ciertos sentimientos no tienen por qué manifestarse públicamente. Y no solemos hacerlo, pero a veces, es necesario.

Por compartir conmigo tantos años de buenos momentos, de risas, de noches de cajón flamenco y rumbas. De sorpresas, de viajes, de fiestas, de playa y de campo. De palios marchándose por callejas a los sones de Amarguras. De películas en el calor de una manta o de noches de verano bajo un manto de estrellas. Porque te gusta verme sonreír con el malote de la serie. Por aquel arco tan especial. Por las noches de belenismo. Por tu entusiasmo agotador. Por poner siempre a disposición de todos, todo lo que tienes. Por no dejar de soñar.

Pero sobretodo...

Por estar a mi lado en los momentos más difíciles. Por abrazarme en los días más duros. Por aguantar mi mal humor cuando todo está gris oscuro. Por tu paciencia. Por secarme tantas lágrimas, especialmente en este maldito año. Por apoyarme en cada paso y ser la cuerda que tira de mi para subir a la superficie cuando estoy en el fondo. Por entender que mi fe esté ausente. Por ser quien intenta despertar mis sueños.  

Por tantas cosas, pero sobretodo por ser tan BUENA PERSONA, que es lo mejor que se puede decir de alguien...


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