Preparativos

Ya ha pasado un año desde aquel día en el que el cielo lloró, y la ilusión se duplica. Son horas de nerviosos, de sonrisas, de preparativos... Horas en las que sólo tenemos una cosa en la cabeza, que no es otra que todo salga bien, que el trabajo de un año vea sus frutos.

Señor, hoy tu Ciudad se tiñe de morao para recibirte. Los dulces aromas a incienso empiezan a embriagarnos en las calles, y hasta las ilusiones florecen con más fuerza que nunca. Todo esta listo, la hora se acerca, y Tú, esperando silente y quieto. Ya no volverás a subir al retablo de tu capilla hasta que todo se haya cumplido. Tus ojos aguardan ese momento, en el que sereno, como siempre, cargas con la cruz de nuestros pecados.

Mucha es la ilusión, muchos los nervios, larga se ha hecho la espera, pero... Ya está aquí. Ahora sólo nos queda disfrutar de la noche más mágica del año, en la que pondremos a tus pies cientos de besos en forma de clavel.

Todos por igual, valiente. ¡A esta es!