sábado, 13 de noviembre de 2010

No hay distancia que esté lejos...





Odio las despedidas con todas mis fuerzas. Y he tenido 3 en menos de una semana. Ha sido cómo un no querer dejarte marchar, cómo no querer hacerse a la idea. África. Un nuevo mundo lleno de aventuras para ti, un largo año por delante para esperarte.
En estos momentos, estarás perdido por algún lugar del Océano Atlántico, y seguro que se te están pasando mil cosas por la cabeza. Cómo a mi se me han pasado éstos días. Mil recuerdos a tu lado, momentos tan especiales cómo tú.
Fiestas, navidades, cumpleaños, pandorgas... Y sobretodo, la noche de los claveles. La noche más mágica del año. Me cuesta pensar que este año no estarás a mi lado poniéndolos a sus pies. Y que no podré acercarme a ti en la madrugá y ofrecerte chuches o agua. Me cuesta pensar que no encontraré tu mirada bajo ningún capillo.
Y es que son tantos los momentos que hemos compartido... Y las veces que has estado a mi lado en momentos tan duros cómo los que pase el año pasado, tras aquella asamblea. En la mudanza, dónde me hacías sonreír con un simple sms. Cómo esos informes diarios que tanto echaremos de menos ahora.
Te vas a vivir una expericiencia única, un regalo que te da la vida, y que seguro que aprovecharás. Una aventura de valientes y un reto que te habías propuesto. Y aquí nos quedamos, deseándote todo lo mejor, esperando a que vuelvas y nos cuentes mil y una anécdotas, aventuras...Aquí queda tu familia, tus hermanos, que seguro que son los que más añoran tu presencia, tus amigos...
Espero que todo te vaya tan bien cómo te mereces, que aprendas mucho, y que enseñes también. No dudes que te vamos a echar mucho de menos y que se nos va a hacer muy raro no verte todo este tiempo.
Impaciente por saber ya tus primeras noticias...




1 comentario:

Anónimo dijo...

muy guapos (ella)..