Quién conozca a Luis Enrique, sabe que la Hermandad del Nazareno no podría tener un hermano mayor mejor en estos momentos. Y no es por alabarle, como digo, quien lo conozca, bien lo sabe.
Siempre ha sido de los que ha estado por detrás, de trabajo callado, sin querer salir en las fotos, pero su momento ha llegado, y no me equivoco si digo que todos nos sentimos orgullosos de ello.
Hoy Luis tiene la más alta de las responsabilidades, pues casi le llego a la par ser Padre y Hermano Mayor.
Y seguro que el apoyo de María ha sido imprescindible en esta nueva aventura. Por eso, el pequeño de la casa se sentirá muy orgulloso de sus padres, de haber nacido en el seno de la nobleza, de la humildad, del amor.
Que la Virgen del Prado, ante la que hoy os postráis a sus pies, os colme de bendiciones, y que Jesús Nazareno llene siempre vuestras vidas de Luz.
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