martes, 20 de enero de 2015

XXX Años de Sueños

Y soñando pasaron los años. Y soñé con ver el brillo de tu mirada a la calidez de una candelería. Soñé con verte acompañada de más de cien túnicas, de capirote espigado, y ofreciéndote la Luz como promesa. Soñé con que las gentes que te rodearon te hicieran GRANDE y te antepusieran por encima de intereses personales. Soñé con que la palabra hermandad fuera más que una palabra y que se ayudara al prójimo, aunque no compartieran ideas. Soñé con que nadie apartara de ti a los que te queremos. Soñé con no tener que conformarme con quererte desde la distancia, y que tu belleza resplandeciera cada día desde esa capilla, y no sólo en la estampa de mi cartera, o el cuadro de casa. Soñé con verte radiante cada día, con el rostro limpio y la mirada con más sonrisas que lágrimas. Soñé con que se pidiera perdón por sancionar a hermanos por tomar unas fotografías que curiosamente, más tarde han servido como carteles con filtros mal aplicados, o como cabeceras de un blog. Soñé con que se reconocía el trabajo de todos los que pasaron por tu lado, y no sólo de los amigos. Soñé con que tu nombre era el principio y el fin. Soñé que tu 30 cumpleaños fuera para todos...


Soñé que se recuperaba el sentido, pues una hermandad sin hermanos, carece de él...Soñé con que los proyectos aprobados en asambleas se llevaban a la realidad por encima de intereses personales. Soñé con que no se conformaran en borrar nombres de familias enteras de un archivo de word. Soñé con que la máxima preocupación no fuera el nombre de un lugar, si no que tus cultos destacaran por la numerosa presencia de hermanos. Soñé con filas enteras para besar tu mano, y con cientos de fieles rezándote. Soñé con que los actos solidarios no sirvieran sólo para cumplir el protocolo. Soñé con que no fuera todo una fachada. Soñé con que las palabras que se daban a medios y hermanos se cumplían. Soñé que se dejaba por fin paso a ideas nuevas para hacerte grande.

Soñé que volvía la ilusión...Y soñé que los sueños se hacían realidad y se celebraba algo más que sueños sin cumplir.

Soñé...Y no fue más allá que un espejismo.


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