miércoles, 22 de febrero de 2017

Seguiré gritando que ni el cielo fue bastante

Casi se me olvida que sigo teniendo una cuenta pendiente con estos paraísos. La falta de tiempo, la facilidad que te da una red social para escribir más a menudo, o la pereza que da a veces ponerse aquí delante...Otra vez imperdonable, otra vez volvieron a pasar demasiados meses, otra vez, me dejé tantas cosas en el tintero...

Y vuelvo, precisamente hoy. Un día marcado en negro en mi calendario. Maldito 22. Maldito viernes aquel. Maldito teléfono y maldita noticia. Cuatro años desde entonces, increíble la rapidez con la que pasa la vida, increíble que precisamente, pasara tu vida.

De la mía, no puedo contarte nada que no sepas. No hay un sólo día que no me acuerde de ti, no hay noche en la que no te piense. Y sigo teniendo la misma pregunta ¿Por qué? Sigo guardando dentro de mi alma reproches, sigo sin entender...Y dudando, dudando demasiado.

Aún así, se que estás aunque no te vea. En alguna parte, en algún lugar dónde se respira la paz, sonriendo, cuidándonos un poco a todos, dándonos fuerzas en los momentos de flaqueza, que no han sido pocos, y también alegrándote de nuestros logros.

No es que me recuerden a ti tantas cosas, es que tu vives en cada una de ellas, y como escuché hace unos días... Recordar es pasar por el corazón. Y tu siempre estarás en el mío.

Vuelven también fechas señaladas. Las que tanto te gustaban, y vivías con tanta pasión. Han cambiado tantas cosas, amigo, pero aún así, sigo pensando que te veré en aquellos lugares especiales.

Hoy, como ayer, y como mañana, te llevo conmigo "¿Y qué diría David si estuviera aquí?" Cuántas veces me he hecho esa pregunta, y lo que me resta... Creo que te pude conocer tan bien, que la mayoría de veces se la respuesta, pero me gusta imaginar tu cara, volver a pensar en tu mirada, y casi volver a sentir tu sonrisa.

Gracias amigo por tenerme entre "tus elegidos" Fuiste un gran regalo y lección de vida y eso no lo cambiaría por nada. Gracias por enseñarme tanto, por marcar un antes y un después. Ojalá hubiéramos tenido más tiempo para cumplir todos aquellos sueños. Pero así lo quiso la vida.

Se que te gustaba leer estos paraísos, y que estarás diciendo "¡Ya era hora de que actualizaras!" Así que aquí estoy de nuevo. Por ti y por mi. Por tus cosas y mis cosas. Porque te sigo echando de menos igual que el primer día. Pero sobretodo... Porque te quiero, y seguiré gritando que ni el cielo fue bastante.


No hay comentarios: