miércoles, 29 de octubre de 2008

Porque eres Tú, NAZARENO

Porque en días como hoy, necesito creer en Ti...
Porque eres Tú, Nazareno
Anhelo de mis deseos
Capricho de mis pensamientos
Inspiración de mis sentimientos
La tranquilidad y el sosiego.

Porque al mirarte encuentro la calma
Que se perdió con el tiempo
Porque al rezarte se olvida la rabia,
El dolor, y ese mal sueño
Porque solo con hablarte
Encuentro la paz de mis adentros.

Porque eres Tú, Nazareno
El que abre la puerta el primero
Al que pasean con arte y salero
Al que mecen sus costaleros

Porque eres Tú, Nazareno
El que en su semblanza
Muestra serenidad y calma
A todo el mundo entero.
Porque bajo tu cruz llevas
Los secretos de dos siglos y medio
Alegrías, penas y añoranzas
Que dejan el paso del tiempo

Porque eres Tú, Nazareno
El que cautiva al mundo entero
El que con su mirada serena
Muestra dolor y consuelo.

Porque esperamos impacientes
Que se abran las puertas del templo
Y que ese domingo que viene
Nos vuelvas a traer sentimientos
Que con tu andar elegante
Vayas caminando sereno
Para poder acompañarte
Al son de un padre nuestro.

Porque eres Tú, Nazareno
El que ayuda al que se acerca
Aún cargando con el madero
Tu rostro es todo nobleza.
Y esa sangre que lo recorre
Se convierte solo en anécdota
Del hijo de Dios en la Tierra

Porque al llegar la madrugá
Nosotros soñamos de nuevo
En cada una de las chicotás
Que hacen tus costaleros
Porque no hay sonido mejor
Que el rachear con sentimiento
Que ellos hacen con amor
Poniendo todo su esfuerzo.

Porque cuando se consume la cera
Veo que llega el momento
Que se hace más grande tu pena
Que se agranda el sufrimiento.

Y ese río morado y blanco
De filas de nazarenos
Que también te quieren tanto
Y sufren con desconsuelo
Porque saben que se acerca
Aquel temido momento.

Porque entre una nube de incienso
Apareces, como en un sueño
Removiendo los sentimientos
De todo un pueblo entero.

Porque eres Tú, Nazareno
El que cada Domingo de Pasión
Nos haces soñar despiertos
Esperando con ilusión
Una madrugá de ensueño

Porque eres Tú, Nazareno
El que inaugura las calles de incienso
El que nos llena de Fe el primero
Al que rezamos con música y en silencio.

Porque eres Tú, Nazareno
Hoy te grito desde muy adentro
Que tú eres sentimiento
Que al ver tu rostro sereno
Se me mueve algo ahí dentro
Que cada Domingo de Pasión
Abres las puertas de un templo
Para rezarte con devoción
Y nos llevas desde San Pedro
¡A las mismas puertas del cielo!


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