sábado, 31 de octubre de 2009

Mudanza




Pues por fin ha llegado la hora... Sólo nos queda un día más en la casa dónde he vivido practicamente toda mi vida, excepto mi infancia, que la pase con mi Yaya y mis tías.

La verdad es que si hubiera sido por mi, no nos iríamos, más que nada por no ver a mi padre agobiado como lo estoy viendo, pero... bueno, al menos parece que le hace ilusión esto. Ojalá también pueda empezar a disfrutar de la vida, saber lo que es salir a cenar un día, irse de vacaciones sin preocuparse de nada más...


Ahora todos mis recuerdos están empaquetados o amontados en un armario nuevo. Toda la casa llena de cajas, y las paredes casi sin fotos o cuadros ya, que es lo que más pena me ha dado quitar. Ahora a una zona nueva, de momento, incomunicada del mundo, sin teléfono ni internet, sin autobuses... pero bueno, al fin y al cabo esto no es Madrid, sólo que ahora en vez de bajar a la calle y tener un pie en la plaza del pilar, me costará unos minutos más. Intentaré acostumbrarme, sobretodo los primeros meses que serán más duros por eso de la incomunicación, pero en fin...


Lo dicho, si necesitais algo, ya sabéis mi móvil :p

martes, 27 de octubre de 2009

Internados de otros tiempos






A veces es necesario que la caja tonta nos recuerde que para los nuestros hubo una época en la que no todo era tan fácil como ahora. El "Curso del 63" me ha hecho saber de una manera más real las mil anécdotas que me contaban mis tías sobre sus años en distintos internados españoles. Cuando murió mi abuelo ellas eran muy pequeñas, y mi abuela, la pobre no tenía apenas dinero ni para comer, con lo que, con todo el dolor de su corazón, las tuvo que mandar internas a los colegios de huérfanos de ferroviarios que había antiguamente. Alicante, Torremolinos, Palencia... y así hasta que mi abuela a fuerza de aguja y dedal consiguió traerlas de nuevo con ella.
Pero si en algo me recuerda este "curso del 63" a mis tías, especialmente, es a mi tía Laura. Por entonces, era un poco revolucinaria (entiéndase "revolucionaria" por aquella época, en la que ni por asomo se le ocurría darle una mala contestación a una monja) Siempre ha sido un poco olvidadiza, y bastaba con que una monja le dijera que se tenía que hacer dos coletas para cenar, para que ella llegara con el pelo suelto y le tocara cenar fuera del comedor y de pie. Esto me lo contaba ayer mismo. O su curiosidad por saber cómo era el office de las monjas que le costó más de un castigo.
Mientras para mi tía Mari era un trauma y un llorar continuo el estar allí, lejos de su madre y encerrada, mi tía Laura se lo tomaba con mucha más filosofía. Era optimista por naturaleza, y se preocupaba de disfrutar al máximo de lo que tenía y le ofrecía la vida en cada momento. Ella apenas conoció a mi abuelo, esto tiene su lado negativo, porque apenas se acuerda de el, pero tal vez también tuvo su lado bueno al no ser tan traúmatico para ella.
Después de sus años de internado, volvió a Ciudad Real, dónde mi abuela, tras venir de Albacete, ya tenía su piso propio, y finalizó sus estudios de administrativo en los Salesianos Hermano Gárate. Aún recuerdo en las fiestas, cuando me llevaba de la mano a "la vaquilla" que soltaban en el patio, y veíamos a mi tío (por entonces novio de ella) correr delante de ella con algún que otro revolcón. También recuerdo las horas que se pasaba enseñándome canciones y grabándolas en aquel viejo cassette negro que aún ronda por casa de la Yaya. O las tortuguitas que me compraba y que a todas bautizabamos como "Casimira". Y cómo olvidar los ratos en los "jardinillos de los soldaos" o en la "plazuela", o las tardes de lluvia haciendo construcciones con las piezas de los lego.
Ella siempre ha estado cerca de mi, confidente en muchas ocasiones, pañuelo de lágrimas en otras, y compartiendo miles de sonrisas en muchas más. Por eso hoy, me apetecía dedicarle este trocito de mi blog. Porque algún día me encantaría ser tan buena persona como ella, por ser una gran tía, una estupenda madre, una hija genial y la mejor hermana.
Te quiero, Laura.

domingo, 18 de octubre de 2009

Mi verdadera Hermandad












Gracias... Porque me habéis demostrado lo que de verdad significa la palabra HERMANDAD, a pesar de todo y por encima de todo. Porque independientemente de imágenes, de titulares, de gustos personales y todo lo demás, estamos UNIDOS. Porque aunque podamos debatir y discutir sobre las cosas que nos parecen bien o mal, lo hacemos siempre desde el RESPETO y con educación, cosa tan excasa en estos tiempos que corren. Gracias a cada uno de vosotros:

A ti, Leti, por tu dulzura y amabilidad, por estar siempre dispuesta a echar una mano, por ayudarme en mi ilusión de vestirla de negro... Por compartir conmigo tu sabiduría y tus conocimientos, es todo un honor.

A Relea, por demostrarme que eres un amigo de los de verdad, porque vas con el corazón por delante, y por preocuparte en arrancarme una sonrisa.

A Pedrito, porque sabes llevar los problemas con la misma armonía que tienen cada una de tus notas, por sonreír aunque el cielo esté descargando tormentas.

A Lalo... que decirte a ti. Es un lujo tenerte como amigo, cada día admiro más todo lo que sabes. Por apoyarme e intentar darme una explicación a cosas que no la tienen.

A Saúl, por tu buen humor, por saber escuchar, por tu diplomacia... Por ser tan agradable siempre.

A Fran, por tu disposición, por ofrecernos todo lo que tienes, por tu risa, por tus palabras...

A José Luis, por ser tan sincero y tan transparente como el agua, porque eres tan buena persona como cofrade, y ya es decir.

A Rubén, por preocuparte siempre por saber mis pensamientos, mis alegrías y mis penas, por estar a mi lado, por la intensidad que hemos vivido este último año, compartiendo belenes, cofradías y días y noches de vivencias mágicas.

A Naxete, porque has sido todo un descubrimiento, por tu madurez asombrosa, por ser todo un caballero, por tu ilusión y tu piedad infinita.

A Perxe, porque estás siempre dispuesto a escuchar. Porque eres antetodo una BUENA PERSONA, y porque es un orgullo tener gente cómo tu en un mundo en que predominan los hipócritas.

A Blanca, porque aunque las dos tengamos mucho carácter, la amistad está por encima de todo, por confiar en mi, y compartir sueños de una madrugá que dificilmente olvidaré.

A Jorge, por tantos y tantos momentos compartidos de ilusiones, sueños, magia. Por ser mi confidente, por tu amor a EL, por tu comprensión...

Al Padre de nuestra familia, Juan Alberto. Pocas palabras podría decirte a ti para expresarte tanto... Por hacerme comprender el verdadero significado de las cosas e intentar darme siempre alguna explicación o razonamiento. Por tu cariño, tu tiempo, tus palabras... Simplemente, por ser cómo eres, el pilar que sostiene nuestra pequeña pero gran hermandad.

A mi hermana, porque SIEMPRE ha estado y estará ahi, por que ella es uno de los grandes pilares de mi vida, por aconsejarme y advertirme en cada momento sobre ciertas "personas" e intentar protegerme (ojalá te hubiera hecho caso en muchas ocasiones)

A ti, Olga. Te he dejado para el final, porque no se ni qué decir. Porque lo único que me queda con todo lo que está pasando ultimamente es tenerte ahi, y saber que seguirás a mi lado, porque a pesar de todo, sigues compartiendo conmigo el amor hacia ELLA, por compartir tantos buenos momentos y sonrisas, pero sobretodo por compartir lágrimas y tantos palos.

Y por supuesto a Javi. Por estar a mi lado en cada segundo. Por apoyarme, por tu cariño... Por aguantarme día a día, por tu entusiasmo a veces agotador con las cosas, porque envidio tu ilusión, por quererme tanto...

Y a todos los que estáis cerca de mi y me compréndeis: Miguel, Paco, Carmen Mª, Cristina... Por ser tan buenos.

Gracias a todos y cada uno de vosotros, por estar a mi lado y ser mi verdadera Hermandad. Soy muy afortunada de teneros ahi. Os quiero, con toda mi alma.

lunes, 12 de octubre de 2009

Berrea 2009

El Rey del Bosque
La Jefa

Familia Feliz


Escondido entre árboles
Descansando de un duro día
Por fin, al tercer año de ir a la berrea del ciervo, hoy he tenido la suerte de poder comtemplar de cerca este precioso ejemplar, junto a su familia. Cómo sabéis me encantan los animales, disfruto de la naturaleza, pues no hay mejor sonido que el del murmullo del viento, ni mejor paisaje que cualquiera que nos ofrezca un colorido variado sin la contaminación urbana.
Uno de los espéctaculos más impresionantes que nos ofrece mamá naturaleza es la berrea del ciervo, que se produce por estas fechas, con los colores amarillentos ya del otoño. Los venaos elevan sus corvas, bramando a los cuatro vientos. Luego, comenzarán las peleas por hacerse con un harén de hembras a quien transmitir los genes para generaciones venideras. Las cuernas golpean y se enredan entre sí, sin llegar a herirse ningún contrario. Tan sólo se limitan a mostrar su fuerza al contrincante.
Tras varios días de luchas agotadoras, los machos ganadores cubren a las hembras de sus harenes. Después de ocho meses de gestación, darán a luz, en el mes de mayo, a una sóla cría (raramente, dos) denominada jabato o cervatillo, quién, nada más nacer, se pondrá en pie con ciertas dificultades y comenzará a mamar. Los cervatillos son miméticos y adoptan diversas posturas con el objeto de pasar desapercibidos durante toda su época infantil. Mamará durante unos cuatro meses y permanecerá junto a la hembra hasta el siguiente parto.
A últimos de marzo, el ciervo sufre la pérdida de las astas o desmogue. Pocos días después, comienza a crecer la nueva cuerna, lo que supone un esfuerzo para el ciervo que, durante los cuatro o cinco meses de formación, tiene que asimilar varios kilos de sales cálcicas y fosfóricas. Las cuernas crecen recubiertas de una piel muy vascularizada y sedosa denominada terciopelo o borra.En el mes de julio, la cuerna alcanza su tamaño máximo y el alto nivel de testosterona en la sangre hace que el terciopelo se quede sin irrigación sanguínea y, por tanto, muera. Para ayudar su caída, el animal se frota contra los árboles en lo que se conoce como escoda. Liberada de su recubrimiento sedoso, el asta presenta un color blanco al principio, para luego amarronarse. Las cuernas no son su único carácter identificativo, pues suelen marcar sus territorios con glándulas odoríferas, que poseen en los lagrimales del ojo, y con orín, durante el celo.
Los rebaños de ciervas son auténticos matriarcados dirigidos por una vieja hembra que establece una rígida jerarquía entre las demás. Es ésta la encargada de desplazar y detener al grupo y elegir los lugares de descanso y la comida de la manada.
Y después de haber aprendido un poquito más sobre el apasionante mundo natural, aquí os dejo las últimas fotografías que he realizado esta misma tarde, antes de que mi querido objetivo 18 - 200mm muriera de repente, sin avisar... Espero que tenga solución, porque no se que haré sin poder enseñaros mis sueños a través de mi objetivo :(


miércoles, 7 de octubre de 2009

Un ángel más en el cielo



Todos esperabamos ya la triste noticia... pero aún así nunca te haces a la idea de ello. Anoche mi hermana me dijo que ya había sucedido. La verdad es que aún no soy capaz de creérmelo, igual que no me imagino cómo estabas los últimos años. Me lo contaban y se me saltaban las lágrimas, pues era incapaz de creer que una persona que estaba llena de vida y alegría ya no recordara ni la cara de su gente querida. No conocías a nadie, y no sabías muy bien lo que hacías... Enterarme de todo esto, aun estando a tantos kilómetros, me hizo sentirme muy triste.
Por eso prefiero recordarte como tú eras. Recordar tu delicioso arroz con leche, y las torrijas que nos hacías en semana santa. Las horas que pasabas haciendo punto para que todas tuvieramos patucos y jerseys. Tus crepes, tus croquetas... Tus idas y venidas desde Santander. Tus excursiones con la Yaya a Alicante, Valencia y tantos otros sitios. Tus palabras siempre llenas de cariño, pues nunca escuché de tus labios una regañina ni una mala frase. Las largas tardes de parchís en las que nadie te ganaba.
Y cómo olvidar aquel viaje a Santander contigo con sólo 9 años. Aún recuerdo la antigua estación, y las largas horas de aquel tren que tenía hasta camas. Aunque allí tenías tu casa y formaste tu familia, gran parte de tu corazón lo tenías en esta tierra manchega. Tú fuiste la "culpable" de que Mari y Laura ya no quisieran veranear en otro sitio que en aquel pueblecito del norte llamado Suances. Recuerdo cuando me enseñaste el bosque y fui a coger moras.
Sabía que te irías y no te iba a ver, que no iba a despedirme de ti... pues ya no recordabas. Por eso prefiero guardar ese último recuerdo de la última vez que viniste, hará unos 7 años. Sentada en una terraza del torreón con la Yaya, y desprendiendo la misma alegría y vitalidad de siempre.
Ahora se que ahí arriba hay un ángel más que nos cuida. Gracias por tantos años de dulzura, de cariño, de ilusiones compartidas... Gracias por esas miradas de azul del mar y esas sonrisas. Cuida mucho a la Yaya desde ahí arriba, que ya sabes que está un poco triste.
Te queremos, tía Carmen.

martes, 6 de octubre de 2009

Se acabó el Sueño



Y cómo si de un sueño se tratara, se acabó... Entre una nube de incienso llegaba a casa el último pedacito de ilusión. Terminan días de nervios, de llamadas, de ilusiones... para dar paso a otros de rutina y frío. Contamos los días para ver cuánto queda para volver a vivir esta bendita locura, y vivimos con la ilusión de que quizás, algún día, se vuelva a repetir.
Mientras, nos quedamos con el sabor a canela y el olor a nardo que nos ha invadido estos días. Guardamos en nuestras retinas la imagen del sueño hecho realidad, y casi volvemos a sentir escalofríos en nuestra piel al recordarlo todo.
Momentos únicos, mágicos, especiales... Momentos que recordaremos una y otra vez, al menos hasta que llegue la próxima cuaresma y podamos volver a SOÑAR.