ANTES
DESPUÉS
Parece que hasta los días grises tienen su efecto positivo, y cómo prueba de ello, nuestras queridas Tablas de Daimiel, las cuáles después de muchos años con una cruel sequía, hoy vuelven a estar en todo su esplendor, inundadas completamente de agua.
La fauna vuelve a abundar en este paraje, y son miles los curiosos que se acercan a comprobar el estado del humedal, con la consecuencia de que muchas de las especies, prefieren esconderse entre alguna rama, tímidos de tanto humano amenazante.
Espero que ahora entre todos sepamos cuidar esta maravilla de la naturaleza, que no llenemos aquello de suciedad, de nuestro paso por allí, y que sepamos respetar a mamá naturaleza, pues ayer, parecía que más de uno no sabía leer la palabra "silencio" . Tampoco hace falta que se eche pan a los patos, para que se acerquen, llevan muchos años buscandose la vida solos, sin que nadie se acuerde de que están allí, hasta ahora que han salido en la tele.
Disfrutemos de los atardeceres cargados de sueños en estos lares, del sonido maravilloso de un graznido, del viento acariciándonos la cara, de la belleza de un reflejo, del olor a primavera que pronto nos invadirá, del tacto de una flor que vuelve a brotar... Dejémonos llevar por los cinco sentidos, y apreciemos estos regalos de la naturaleza.
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