lunes, 27 de septiembre de 2010

Tiempos y tiempos


La verdad es que hace algún tiempo que tengo un poco abandonado a este pequeño rinconcito de la red. Tal vez por la cantidad de cosas que tengo que hacer ultimamente, o tal vez porque he aprendido a contenerme más antes de decir las cosas, pues no siempre agradan a todos, y a mi, hay varias cosas que no me han agradado ultimamente. Pero este no es el lugar de hablar de ellas. Los que estáis cerca de mi siempre, ya las sabéis, al fin y al cabo.




Me quedo con las cosas buenas, con lo positivo de estos últimos meses. Una boda llena de alegría (gracias Miguel y Almu por ese día) una Pandorga cargada de buen rollo, y muchos momentos llenos de magia y complicidad.




De las que no me han gustado... Podría hablaros del día que más me saca de quicio del año. El 15 de agosto. Será porque se me revuelven las tripas de ver tanto figurante ahí delante, o porque no puedo con el machismo, o porque me da rabia (por no decir otra cosa) que te "impongan" la forma en la que tienes que querer a tu Patrona y lo cerca o no que puedes estar de Ella. En fin, creo que este tema me quema demasiado para hablar de el, y he dicho que voy a contenerme.




También es cierto que son tantos los palos y las decepciones que me he llevado en el mundo "cofraude" que he decidido mantenerme un poco al margen. Estoy cansada de hipócritas y cínicos. Cansada de una iglesia con la que cada vez me siento menos identificada. Cansada de curas de lacost y tommy, de la frialdad de algunos, de la falsedad de otros... Cansada de un mundo que a veces me parece más una película de terror o ciencia ficción. Con lo bonitas que se ven las cosas desde fuera...




Por eso ahora prefiero disfrutar de otra manera. Tal vez por miedo a acabar perdiendo también la Fe como me ha pasado con la ilusión. Algunos seguro que han sido muy felices de verme al margen de muchas cosas. Os aseguro que yo más. La paz que me invade ahora en este sentido, no tiene precio. Y Ellos seguirán ahí para mi. Con eso me quedo.




Se acabó el tiempo de sufrir por quienes no lo merecen. Mi familia aumentará en unos meses con alguien que no esperábamos, pero que seguro que nos llena de alegría a todos. Ya tengo ganas de verle la carita...Igual que de verle la carita a esa pequeña valenciana que con tanta ilusión esperaban mis primos. Pronto la conoceremos.




Lo que me da pena ahora es tener tan poco tiempo con mi hermana. Sus viajes relámpagos, como el de este fin de semana, apenas me dejan disfrutar de ella. Esa maldita ciudad nos la ha robado. Pero si ella es feliz, yo lo seré también. Ya vendrán tiempos mejores, tiempos de tener más tiempo, tiempo de ella.




Y bueno, ahora son tiempos de reflexión, de paz interior y de valorar las cosas que realmente merecen la pena. Las cosas que me hacen felices. Y vosotros lo hacéis. Gracias por estar a mi lado, por compartir mis sonrisas, y sobretodo, mis lágrimas. Os quiero.


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