Os preguntaréis que tienen en común Hernan Pérez del Pulgar con Alejandro Sanz. Pues la verdad es que no lo sé. El caso es que son dos fotografías que me encantan, por el juego que da la luz en ellas, dos contraluces llenos de magia. Uno, lleno de color, con las pinceladas que a veces nos regala el atardecer. Otro, casi parece que la fotografía está tomada en blanco y negro, jugando con los focos, con la expresión del artista, con el movimiento de la foto, justo en el momento que se cae el pie del micro.
La primera fotografía, la presenté al concurso de este año de la Flave, pasando muy inadvertida. Recuerdo ir varias tardes a hacerla, hasta que conseguí lo que quería, sin farolas por medio (aunque tuviera que, casi arriesgar mi vida cruzando por una vía llena de tráfico a esas horas, jeje) y con los colores que quería que tuviese el cielo, pues otros días estaba en tonos más grises. Para mi, es uno de las mejores esculturas que nos han dejado en Ciudad Real en los últimos años.
La foto de Alejandro la tomé en el concierto en Alcalá de los Gazules, en Cádiz. No es porque fuera él, pero es un espectáculo que merece la pena ver. Impresionantes los juegos de luces en el escenario, el sonido, los efectos de iluminación en cada momento preciso.... Y su expresividad que nos regala momentos tan llenos de magia cómo el de la fotografía.
Y es que este maravilloso mundo, te da la oportunidad de jugar en muchos campos diferentes. Es un amplio abanico en el que tu imaginación y creatividad juegan un papel importante.
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