viernes, 28 de enero de 2011

Tiendas de antaño IV


También los bares han cambiado mucho. Aquí tenéis la prueba. ¿Lo reconocéis? Era famoso por sus bocadillos de calamares. La de días que habré pasado por allí, y la de horas que le habrán dedicado mis padres a este bar... El bar de mis abuelos. El Leonés. Lo abrieron al poco de venir de León, y allí se conocieron mis padres. Trabajaron allí todos, mis abuelos, mis tíos, y cómo digo, mis padres. Recuerdo a mi madre en la cocina junto a una estufilla eléctrica, haciendo las tapas. Y cómo no acordarme del perro, Satán (curioso nombre...) que se escondía bajo la mesa los días de tormenta. También recuerdo el teléfono rojo que había en la barra, y la máquina tragaperras. Todas las tardes, se juntaban allí unos cuandos señores del barrio a jugar la partida de cartas. En la cocina, había una escalera gruesa, de madera, que daba a un altillo en el que se almacenaban algunas cosas.

Hoy está completamente reformado, la barra ya no está a un lado, si no en el centro, con forma de U, y los baldosines son mucho más modernos. Ya no trabajan allí mis padres, ni mis tíos, y mis abuelos se jubilaron y alquilaron el negocio. Pero yo recuerdo aquellas días jugando en la calle, esperando a que mis padres acabaran...

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