sábado, 11 de octubre de 2014

Instinto Animal

Si hay algo de mi personalidad de lo que me siento más que orgullosa, es, sin duda, mi amor y sensibilidad hacia los animales. Desde que era pequeña me gustaba estar siempre rodeada de ellos, o tener alguno en casa. Me viene de mi padre, gran amante de ellos, especialmente de los perros. Las veces que me habrá contado las historias de su Estrella o su Marquesa..o del travieso Terry. De estos dos últimos, aunque era muy pequeña, consigo acordarme algo.


De ese amor, viene mi parte más radical. Mi total rechazo hacia todo tipo de tortura o maltrato. Por eso me siento muy orgullosa de ser, entre otras cosas, ANTI TAURINA. Jamás podré entender como un grupo de personas pueden disfrutar de la tortura hacia un ser inocente, en el que su único delito, ha sido nacer. Me parece indigno hacia la raza humana, y no entiendo que esas prácticas sean legales a día de hoy. Hay quien lo justifica como arte porque aparece en numerosas pinturas. También aparecen degollaciones humanas, y no por ello, cortar cabezas es un arte, ¿verdad? Otros dicen que el toro ha nacido para eso, y que si no, no existiría ¡Sabrán ellos en qué pensó Dios cuando lo creó! El gran fallo humano, creerse dioses...No se si existiría o no, pero lo que si se, es que todas las especies que están en peligro de extinción, no han sido por otro motivo, que por el ser humano. No nos creamos tan superiores...Y si, es verdad que da trabajo a mucha gente...También lo da el tabaco, y mata a millones de personas en el mundo. Para mi, ninguna excusa es válida. A pesar de todo, a mis amigos taurinos les quiero mucho...Nadie es perfecto, jeje.

Pero como digo, soy anti todo tipo de maltrato o tortura animal para diversión humana. Sean toros, perros, gatos...Mi mente no es capaz de entender que alguien sea capaz de abandonar a un ser que sólo desprende bondad. O de darle una paliza. O de encerrarlo en una jaula toda su vida...


Estos últimos días he tenido que leer muchas barbaridades en las redes sociales, a colación del perro de la enfermera contagiada de ébola. Una persona que por hacer su trabajo, se está debatiendo entre la vida y la muerte, y cómo premio, entran en su casa y sacrifican a su perro, sin hacerle ni siquiera una simple prueba. Sin aislarlo. Así, de repente, se lo cargan. Con dos cojones. Para muchos, "sólo es un perro" Para otros como yo, es un miembro más de la familia de esta trabajadora que lucha por su vida.


Pero si hay algo de lo que estoy muy cansada, es de los que se indignan cuando otros nos solidarizamos con causas animales, y nos acusan de insensibilidad humana. Cómo si las personas no nos importaran lo más mínimo. No, señores. Que pidas justicia para los de 4 patas, no quiere decir que no te duela o no puedas solidarizarte con los de dos. No me seáis hipócritas ahora, enseñando imágenes de negritos en África enfermos, no hagáis demagogia diciendo que nos importa más un perro que esas personas, porque no es así. Igual es que todos vosotros sois voluntarios en ONGS y no me he enterado aún...


Yo no se la cantidad de peticiones que puedo firmar a lo largo de una semana, con causas humanas y animales. Todo lo que me parece una injusticia, o simplemente, todo lo que me parece que merece la pena ayudar. Porque el mundo no lo cambiaremos con un pequeño gesto, pero si ayudaremos a que sea un poquito mejor. Y hay mil formas de ayudar a hacerlo. Ayer mismo asistí a un espectáculo del grupo Mazantini, en colaboración con la asociación Caminar, de niños con síndrome de Down. La emoción que viví allí, no se puede expresar con palabras. Por sólo cinco euros, muchos salimos de allí con el corazón lleno. 


Creo firmemente que el amor a los animales te hace mejor persona. Porque ellos no entienden la palabra rencor, ni orgullo. Son el mejor ejemplo de nobleza. De fidelidad. De lealtad. De amor puro. De bondad...Son los que nos dan todo sin esperar nada a cambio. Los que nos quieren, sin maquillar, sin trajes de lujo o zapatos caros. Son los que sacan lo mejor de nosotros, incluso en nuestros peores días. Quizás por todo esto, no me inspira confianza la gente a la que no le gustan los animales, o le dan grima. 


Estoy segura, de que si todos tuviéramos más amor hacia ellos, esto nos haría mucho más humanos. Nos llenaría de sensibilidad con los demás, y dejaría de importarnos tanto lo material que envuelve nuestro mundo. 


Desde estas humildes líneas hoy os animo a todos aquellos a los que os gustan los animales, a que no compréis, ¡adoptar! Hay miles esperando una oportunidad ¡dásela! 

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