domingo, 25 de enero de 2009

Nostalgia

Como te echo de menos, Sevilla... Ya tengo otra vez esa sensación de "mono" cuando estoy demasiado tiempo sin verte. Sólo han pasado 3 meses de la última vez y ya noto la dependencia del olor a azahar puro que embriaga tus calles y penetra por los poros de la piel. El aroma a incienso que casi sientes todo el año, el reflejo del río, ese puente que te lleva hacia el "otro lado" de una ciudad mágica, el maravilloso mundo de Triana, que cómo bien dicen sus gentes "es puente y aparte", ese giraldillo alzandose desafiante ante una ciudad entera que vigila desde lo más alto las gentes que van y vienen, ese arco de San Gil testigo de tantos amores... Sevilla, que tendrá que hace que el que va se deje alli un trocito de su corazón, y que por muchas veces que la visites, nunca vuelves a recuperar.
Son vísperas. Sevilla lo nota en el nerviosismo de sus buenas gentes cofrades. Pronto la ciudad entera se engalonará para recibir entre palmas al Salvador. Un Salvador del que hemos vuelto a disfrutar este año por esa rampa cubierta de negro rúan y esparto. Un Nazareno, que aún Despojado de sus Vestiduras, está dispuesto a traer la Paz al mundo y llenarnos con su Misericordia infinita.
Cuánto te añoro Sevilla. Se echan de menos tus días de sol, tus sonidos celestiales de trompetas que ángeles querubines vestidos de uniforme te ponen la banda sonora para hacernos soñar despiertos entre aromas de incienso y azahar. Qué pena que haya cosas que la fotografía no pueda mostrar. Haces extasiar cada uno de los sentidos, siendo todo un estímulo para ellos.
Echo de menos tus gentes, que son mis amigos. La distancia a veces se hace dura y difícil, pero gracias a ese Salvador que pronto vendrá, hay quienes me hacen sentirme cerca de ti cada día, no olvidandose de esta manchega que tiene un poquito también de sangre andaluza por sus venas.
Me siento afortunada de haber encontrado en ti a amigos de los de verdad. Tal vez ellos consigan hacerme estas vísperas un poco menos duras sin sentir en mi cerviz el peso de la trabajadera, pero ese es otro tema. Nombres hay muchos, pero déjame mencionarte a los que me vienen a la mente, tal vez por ser los que con el tiempo me han demostrado que no están en mi vida de paso: Curro, Mario, Álvaro, Antonio, Alex, Migue, Juanca, Rafi, Cata, Juan,Rubio, JuanMita ... "mis niños" a los que adoro y me hacen sonreír y olvidarme de los 400km que se interponen.
Sevilla, eres única. Te quiero y a la vez te necesito presente en mi vida. Pronto volveré a perderme en tus calles estrechas y a embriagarme de tus aromas. Mis sentidos se volveran a deleitar sintiendo tu presencia en mi alma y volveré a soñar, y volverá el sol a mis días de gris cansado.
Sevilla...


No hay comentarios: