sábado, 12 de diciembre de 2009

Manos llenas de historia


Manos llenas de historia, de vida, de esfuerzo, de dedicación... Son las manos a las que le debo toda mi vida, las manos de mi Yaya. Con esta foto he logrado un 2º premio en un concurso fotográfico. Un premio que no merezco, pues no hay más mérito que el de estas manos.
Mi abuela lleva toda la vida cosiendo. Desde que era una niña recuerdo estar siempre probandome vestidos, faldas, camisas, y cómo no, las túnicas de la hermandad. A día de hoy, lo sigo haciendo, soy toda una afortunada. Recuerdo esa vieja libreta en la que apunta nuestras medidas, el metro enganchado a su cuello y el viejo espejo de detrás de la puerta en el que nos miramos, reflejos de toda una vida.
Y cómo no, esa vieja máquina, de cerca de 50 años, que se resiste a cambiar aunque se le estropee. Así es cómo he visto y veo a mi abuela siempre, con una aguja y un dedal, sentada delante de la ventana ante esa vieja máquina, toda una antiguedad ya. Lo último que han cosido sus manos son las vestiduras para mi querida Misericordia, a la que llegué, cómo no, gracias a ella, que sin saber lo que es un costero, un senatus o un bacalao, no falta a ver una procesión, a ver a "la virgen" (para ella la virgen siempre es y será la Virgen del Prado) a menudo, y la que sigue haciendónos nuestras túnicas y todo lo que haga falta. Mi armario está lleno de ropa gracias a ella.
Me faltarían vidas para agradecerle tanto, y no sólo por su costura. El otro día, cuando el concejal preguntaba si eran suyas las manos, ella las mostraba orgullosa y emocionada, explicándo a las autoridades los años que llevaba cosiendo.
Por eso, esta entrada, no puedo por menos que dedicarsela a ella, a mi Yaya, aunque no se si lo llegará a leer, porque esto de las nuevas tecnologías... jejeje. En cualquier caso, que sepa el mundo entero lo que la quiero y lo orgullosa que estoy de ella, el gran pilar de toda mi familia.

2 comentarios:

Olga dijo...

Enhorabuena por tu premio!!! Me siento muy identificada contigo....Yo todavia tengo en la cabeza el sonido del pedaleo de la maquina de coser de mi Yaya.
El probarme los vestiditos y decirme " cuidado que aun no esta hirvanado..."
Y ahora aunque sigue cosiendo, no puede igual que antes...sin embargo recuerda perfectamente, toda la ropa que nos ha hecho, el dia que nos la pusimos, etc.
Asi, que estoy contigo que el homenaje sea hacia tu Yaya, por todos esos años de trabajo, dedicacion y esfuerzo, SE LO MERECE.
Muackss

Mery dijo...

me ha encantado prima,yno se como consigues que siempre acabe llorando.Eres la mejor,y has salido con el mismo corazon que esa yaya a la que tanto queremos todos.Tengo blog!!pero no se como agregaros a ti y asorayota un besito