...Del Viernes Santo
Fotografía de mi amigo Fran Vélez (IMPRESIONANTE)Bajo mi antifaz grana viví mi momento cofrade de toda la semana santa. Lástima que no haya instantánea para recordarlo, aunque siempre permanecerá grabado en mi retina, y sobretodo, en mi corazón. Fue aquella anciana, en silla de ruedas, viéndote a ti, Madre, niña de mirada dulce. En la calle que conduce el camino a la ciudad imperial, la vi, mirándote con los ojos empapados de lágrimas, y rezándote algo. Extendí mi mano y le di una fotografía tuya. Aquella en la que, con la sencillez de una mantilla negra, estás tan guapa. Ella, mirando mis ojos, me dio las gracias, y empezó a besarte y a derramar sus lágrimas sobre ti. Se me encogió el corazón, y supe que después de los sinsabores y las dudas, había merecido la pena acompañarte en tu dolor este año. Me pasé el resto del camino pidiéndote Salud para aquella buena mujer.
Sin apenas descansar, al caer la tarde, agotada y casi sin fuerzas, me dirigí a la Catedral. Después de disfrutar de una Dolorosa radiante, de un pasaje lleno de Amor, unas Angustias que derramaban sus últimas gotas de sangre en forma de rosas y un Santo Entierro, la ciudad se llena de Piedad, y pones la nota de majestuosidad en este Viernes Santo. Jóvenes incensando y anunciando tu llegada, llenos de ilusión. Esfuerzo de un año recompensado, y TÚ, ahí, en lo más alto, pues ya has entrado en el paraíso. Revirá lenta, casi sin querer entrar en casa, despidiéndote de tu pueblo manchego.
Y de nuevo, creo estar soñando...
Fotazos de mi amigo Lalo Garrigós
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