lunes, 4 de abril de 2011

La Cuaresma de los Sueños


Con prudencia y tranquilidad, pero con una inevitable alegría, saboreo la noticia que hace tanto que esperaba: Mi querida Misericordia, procesionará, por fin, bajo palio, cómo debe hacerlo la Madre de Dios.


He aprendido que cuando la llama de la esperanza está practicamente apagada, siempre queda algún resquicio que la hace volver a brillar y resplanceder. Tantos años de lucha, tantas lágrimas, tantos disgustos... hoy van viendo su fruto, 26 años después. Y es que al final, todos tenemos que seguir un camino, y darnos cuenta de que estamos aquí por la misma razón: ELLA. Que todo tiene su rumbo, y que no vale la pena salirse de el.


Hoy creo estar soñando, y ya la imagino, con la LUZ de la cera, bajo su palio, saliendo por la puerta del Sol en la mañana del Viernes Santo... Ojalá pronto sea una realidad.


La primavera floreció este año, en forma de azahar, de Amor y de mucha ilusión.

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