No sé de dónde diablos ha salido esa lista, ni quienes han sido los iluminados que la han creado. Pero me niego a creerlo. Será porque te quiero. Porque a mi nunca me parecerás de las más feas, porque he nacido entre tus muros, o porque he crecido y he aprendido entre ellos. Porque cuando te arrancan un árbol me duele a mi, o cuando derriban un nuevo edifico siento que se va una parte de mi esencia. Será quizás porque me encanta caminar entre tus calles o perderme en ese mágico parque. O porque he soñado entre majestuosos templos, sumergiéndome en sus centenarias piedras.
Será porque te quiero que aún sabiendo que no eres patrimonio de la humanidad, te siento patrimonio de mis entrañas. Será porque aún sabiendo de memoria todos tus rincones, siempre veo encuadres diferentes. Porque he aprendido incluso a mirar de otra forma aquel peculiar edificio que se alza en tu corazón. Quizás sea porque me gusta saborear tus costumbres y me duele cuando siento que se pierden tus tradiciones.
Será porque te quiero, porque a veces me agobias, tan pequeña y sin secretos...Pero te echo de menos cuando me voy. O porque en tus entrañas nacieron grandes caballeros. O quizás porque el albero de un Prado sabe y huele a tradición cuando se llena de ofrendas y pañuelos de una yerba que nació en un Camarin desde el que se guardan las ilusiones.
Será porque te quiero, que no entiendo al que reniega de ti. Al que quiere demoler los sueños que un día soñamos, la magia que se guarda en tantos rincones. Será porque mi mirada se tiñe de nostalgia al pasar por el colegio en el que aprendí valores o el convento desde el que nos miraba la humildad. Será porque aún me acuerdo de aquella vieja estación dónde nos despedíamos del querer o porque me hago mayor y aún veo en mi memoria al carro tirado por una mula repartiendo leche.
Será porque me gustan tus tiendas de siempre, porque quiero que tus barrios sigan sabiendo a barrio, que la gente siga saliendo en verano a sentarse a las puertas de sus casas y a comentar el día con los vecinos. Será porque no me gusta vivir en un sitio dónde la gente no de los buenos días y apenas te miren.
Será porque te quiero y recuerdo tantos juegos en aquella plazuela, porque me cuesta reconocer a veces los lugares dónde sonreí, dónde me escondía o me columpiaba. Será porque me entristece que no te valoren, que no te dejen enseñar lo mucho que escondes, que te pongan horarios en ocasiones tan restringidos para poder valorar tu arte.
Será porque soy una nostálgica y me gusta pensar que cuando algo lo deteriora el paso del tiempo, siempre se puede arreglar, y no dejar un vacío que no sabremos a buen seguro si se volverá a llenar algún día. Porque me encanta ver fotografías de cómo eras antes de que te conociera y escuchar historias sobre ti.
Será porque te quiero...
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