martes, 16 de septiembre de 2014

Con esa cámara...

¡Con ese bisturí también opero yo! Me imagino la cara de mi hermana y sus colegas cirujanos si alguien se le ocurriera decirles esa frase. Pues con la fotografía pasa y es otro punto que quería abordar. Y es que una empieza a estar harta de escuchar eso de "con esa cámara normal que te salgan tan bien las fotos" o "es que con mi cámara no puedo hacer las fotos que tú haces" Os juro que muchas veces me han entrado ganas de soltar la cámara y dejársela a quien me decía esas palabras, si no fuera por el cariño que le tengo... 

Partamos de la base que la mayoría de personas no lo hace con mala intención. Pero, en un momento, te tiran por tierra tus conocimientos, tus quebraderos de cabeza buscando encuadres, tus horas de aprendizaje "friki" en foros de internet...


Y es que el hábito no hace al monje. Estamos de acuerdo que un buen equipo, con su cuerpo de réflex decente, sus lentes que te han costado X y otras tantas cosas, te darán siempre más calidad que una compacta o un móvil. Por supuesto. Y te permitirán "jugar" más con luces y sombras. Pero una cámara, por muy buena que sea, no te va a encuadrar sola. Ni va a medir la luz que necesitas en cada momento sola. Ni el ISO. Ni la velocidad de obturación (aunque es cierto que cada vez disparan mejor en automático, pero para eso no me compro una cámara con ese coste) 


Ese "ojo fotográfico" del que tantas veces hablo con mis amigos, es lo que hace que a cada uno que empuña una cámara, se le caracterice por algo especial. El estar disfrutando de un día de campo y de repente ver algo, y "pensar en modo foto" o estar en ese lugar que te encanta y sentir que te falta algo si no tienes nada con que poder inmortalizar el momento. Y es que los que tenemos réflex, no vamos siempre con ellas cargadas a las espaldas (aunque os resulte extraño) pero si que es inevitable ir paseando por la calle y "ver una foto" 

Para muestra un botón. Estas 3 fotografías ya os las he enseñado otras veces. En ninguno de estos momentos tenía mi réflex conmigo. Pero si mi inseparable compacta, la que procuro llevar siempre conmigo. 


Lógicamente, no tendrán la misma calidad que las de la réflex. Pero el ojo que está tras el visor es exactamente el mismo. Con esto, simplemente quiero decir, que no por tener una buena cámara ya eres fotógrafo. Eso debe ir siempre acompañado de unos conocimientos. Y por supuesto, debes molestarte en conocer y estudiar tu cámara. Comprarse una "cámara de las grandes" para disparar en automático es una auténtica aberración.

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