jueves, 4 de septiembre de 2014

¿Y ahora qué?


Llevo tiempo pensando en lo abandonado que tengo esto, en sobre qué escribir...Pero esta es la entrada que nunca me hubiera gustado hacer.

Aún ni me lo creo, pero ya no estás. Te has ido así, de repente, sin esperarlo, sin hacer ruido, igual que cuando llegaste. Te has marchado dejándonos un vacío inmenso y que nunca podremos reemplazar. Te has llevado un cariño que no puedo ni describir, y nos has dado tanto amor, que no nos cabe en el corazón. 

Mi pequeño Polo...Ahora te lloro sin ser aún consciente de que ya no volverás a darme en la pierna con tu patita para llamar mi atención. Que ya no volverás a mordisquear mis zapatos, ni a salir corriendo hacia mi cuando te llame. Que no me pedirás un trocito de pan duro, cada noche. Y sobretodo, que ya no volverás a dormirte entre mis brazos, con tu cabecita apoyada sobre mi, ni me volverás a dar más besitos para decirme que me quieres...Porque a ti no te hacían falta palabras.

Y es que...has sido mi amigo más fiel y noble. El que ha sacado lo mejor de mi, incluso en mis peores días. El que me ha querido sin condiciones, sin juzgarme, sin enfadarse nunca. El que me recibía siempre con alegría, haciéndome sonreír. El que me ha dado todo sin esperar nada a cambio, solo unas caricias, y un ratito de juego. Mi punto débil y el más fuerte. Has sido tú quién me has enseñado los verdaderos valores de la vida: la nobleza, la fidelidad, el amor, la bondad... Cosas de las que muchos humanos carecen, por eso te querré por encima de muchos de ellos. Más allá de razones. 

Mi pequeño Polo, la vida está muy mal diseñada, porque siempre os vais los más buenos. Será que este mundo es muy poco para tanta nobleza. 

Ahora son días raros. De buscarte y no encontrarte. De escaparse tu nombre entre los labios sin querer. De instantes en los que creo que aún estás... Y también de darse cuenta de los que nos quieren y han sabido siempre lo importante que has sido para nosotros, de los que nos hacen desconectar en estos momentos tan difíciles. De los que tienen una sensibilidad especial de la que otros carecen. De reconfortarse y desilusionarse...Porque si, en este mundo tan escaso de la nobleza que tu derramabas, nunca dejas de esperar de quien no debes...

Gracias por todos estos años de cariño y buenos momentos que nos has dado. Gracias por hacernos mejores personas, por querernos sin condiciones, por alegrarnos cada día. GRACIAS POR HACERNOS FELICES. TE QUEREMOS.

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