Bendita tú eres, Misericordia infinita
benditos tus ojos, benditas tus pupilas,
bendito tu rostro, de piedad divina
bendita tu tez, de una dulzura de niña.
Bendita tu mirada, bendita tu sonrisa,
benditas hasta esas lágrimas
que resbalan por tus mejillas
y llenan de amor tantas vidas.
Y qué dificil es Madre
hablarte desde unos versos
que dificil pregonarte
y hablar de sentimientos
Qué duro saber que te olvidan
hasta los mas fieles pregoneros
que díficil saber que caminas
y no poder ser costalero.
Y por ti Madre quiero ser
un beso de tu pañuelo
quiero ser lágrima en tu tez
y poder ser tu consuelo.
Quiero ser flor a tus pies
y rezar un padre nuestro
y ser ave maría a la vez
y un dios te salve de ensueño.
Quiero ser nazarena
y poder besar tu suelo
quiero ser costalera
y rachear con sentimiento.
Quiero ser manigueta
y poder mirarte sin miedo
poder aliviar tu pena
y ser saeta en silencio.
Quiero ser tu rosario
y quiero ser tu cielo
quiero ser ese sagrario
que guardó a Jesús el primero.
Quiero besar tus manos
y que se borren de tu cara
las lágrimas, el dolor y el daño
y ser amor de tu semblanza.
Y quiero ser la capilla
que junto a tu hijo estás
quiero ser reja en esta Castilla
que te guarda de maldad.
Quiero a los ojos mirarte
y ser un simple reflejo
quiero poder hablarte
a los pies de un nazareno.
Por eso te digo Madre
que yo no me olvido de ti
que quiero pregonarte
y expresar mi sentir
Que quiero estar a tu lado
y me da igual el lugar
que quiero pasear por el prado
a los pies de la verdad.
Por eso Madre Gracias
por estar siempre presente
por ser pañuelo de lágrimas
y hacerme aún más fuerte.
Y cuando llegue el Viernes Santo
solo quiero Misericordia del cielo
quiero ser rayo de sol sagrado
que te saluda en San Pedro.
Porque bendita es tu belleza
bendita esta dulce locura,
bendita tu hermandad sincera
y tu gente que te cuida!
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