En estos días es tradicional ver nuestra ciudad inundada de colores, debido a las diferentes fiestas que se celebran, festivales, ofrendas, etc.
Reconozco que no me gustan los bailes regionales, pero con el arte de Andalucía hago una excepción, pues la alegría de sus cantes, los sonidos de un buen cajón flamenco, una guitarra y los trajes de volantes, me encantan. Y por supuesto, un hombre vestío de corto, con su sombrero y sus botas, con sabor a guadalquivir y a Triana... Son cosas que me emocionan y me ponen los sentimientos a flor de piel, y es que, como siempre digo, esta manchega tiene un poquito de sangre andaluza por sus venas.
Este año los chicos de Mazantini nos han deleitado en su Festival Internacional de Folclore con la Salve Rociera y unos bailes con mucho arte, cómo les caracteriza. Aunque lo típico es verlos vestidos con nuestros trajes regionales de manchegos, hicieron una excepción, y si ya da gusto verlos bailando jotas o seguidillas, para mi, bailando sevillanas es maravilloso.
Aquí os dejo unas fotillos llenas de color y alegría, con cierto sabor a azahar y guadalquivir desde nuestra tierra de hidalgos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario