martes, 15 de septiembre de 2009

Lágrimas en el Cine






Aún no puedo creerme la noticia. Patrick Swaze se ha ido, y ésta vez no cómo en mi película favorita, se ha ido para siempre. Y siempre es demasiado tiempo, una eternidad entera... No sé si fue porque con Ghost fue la primera vez que me emocioné y lloré al ver una película, o porque el romanticismo de Dirty Dancing me cautivó, pero Patrick era único y especial. Nunca habrá una escena mejor que aquella en la que Molly está moldeando con barro y Sam llegá y la abraza por detrás, con una banda sonora preciosa...
¿Qué no era el más guapo ni el más brillante? Pues claro que lo era, a pesar del indocumentado comentarista del telediario de antena 3.
Hoy es un día triste, porque aunque hace tiempo supieramos de su maldita enfermedad, nadie, ni siquiera el, creíamos que pasaría lo peor. Siempre hay una esperanza, algo a lo que aferrarse...Pero a él lo sacudió por completo y hoy nos lo roba una enfermedad para siempre. Ahora si que es una estrella, de las de verdad. Esta noche seguro que el cielo brillará con más intensidad, ahora tiene un firmamento entero para él.
Hasta siempre, Patrick.

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