sábado, 9 de enero de 2010

Fin y comienzo

Se acabaron las calles llenas de luces. Se acabaron los regalos, las comilonas, las cenas, las prisas...
Ahora toca volver a la rutina, quitar el belén y prepararse para esos cuarenta gloriosos días que culminarán con la semana más grande del año.
Se acabó también la hipocresía de estas fechas (aunque a algunos no les haga falta una fecha especial para ser hipócritas)
Ya llevamos unas cuantas hojas del calendario de 2010 pasadas, y nuevos propósitos y retos se abren en nuestros caminos. Otro año más que empieza lleno de ilusiones, en el que habrá buenos y malos momentos, alegrías y desengaños. Pero lo importante es que será otro año más rodeado de quienes queremos.
Del 2009 me quedo con las nuevas amistades que encontré, con las que conocí aún mejor, y con aquellas que retomé después de tantos años (gracias Miguel) Espero poder seguir compartiendo con ellos tantos momentos, poder apoyarme en mis sinsabores y ser también luz para ellos.
Las calles vuelven a estar grises, los árboles desnudos, y las plazas sin gente. El abrigo, las botas y guantes se convierten en nuestros mejores aliados. El frío entra en nuestros huesos, cuál enemigo sediento. Miro por la ventana y brilla una luz de una cúpula en la que una morena nos entrega en sus brazos a su niño recién nacido. Sonrío y recuerdo el sueño de ver a su hijo cautivo mirandola frente a Ella.
Pronto volveremos a soñar, a compartir momentos mágicos, a grabar en nuestras retinas imágenes que no olvidaremos.
Ya huele...

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