jueves, 24 de noviembre de 2011

COFRADE (Con mayúsculas)


Es cierto que el mundo cofrade a veces, nos deja muchos sinsabores. Pero también lo es que nos ofrece unos regalos únicos e insuperables. Uno de ellos es la amistad. Hoy en día me siento muy orgullosa de que la mayoría de mis amigos lo son gracias a este mundillo. Uno de ellos es Raúl, por todos conocido como "Cobra". Persona sana dónde las haya, humilde, y sobretodo, trabajador de los pies a la cabeza. Siempre, siempre, está dispuesto a echar una mano allí dónde haga falta. 

Siempre he dicho que para mi, el ser cofrade, no es sólo el que mira el ombligo de su hermandad, si no aquel que se alegra de los bienes de las demás y se entristece con sus sinsabores. Aquel que ayuda sin mirar más allá del Señor y su bendita Madre, porque al fin y al cabo, todos estamos aquí por un mismo fin. Bien, pues Cobra es uno de esos Cofrades de verdad, de los buenos, de los que a todo el mundo nos gustaría tener en nuestras hermandades.

Y yo, me siento más que orgullosa de poder tenerlo en mi nómina de amigos, porque es de esas personas que dan sentido a la palabra AMISTAD. Porque para ser buen cofrade, hay que ser BUENA PERSONA...

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