lunes, 24 de septiembre de 2012

Cuando se apaga la Luz...

Llega la Sequía



Ahora que ha pasado todo, creo que tengo derecho a escribir unas líneas. Llevo tiempo pensando en cómo enfocar esta entrada, y han sido muchas las cosas que me han pasado por la cabeza. Han tratado de sesgar, de coaccionar la libertad de expresión, incluso aquí, en mi querido blog, pero creo que no merece la pena darles apenas una línea. Así que, queridos detractores, no esperéis tener un artículo más para vuestra cola de impresión. Yo ya dejé hace unos años eso del chivateo y las cosas de patio de colegio. Deberíais plantearos hacer lo mismo algún día, pero si os hace ilusión, también podéis imprimir este para vuestra colección. Siento decepcionaros, pues no os daré ni una línea más. 

Por eso, los siguientes párrafos, serán, simplemente de GRATITUD. 

Gratitud, a la VIDA, porque da tantas vueltas que es impredecible. Por eso, ahora que ha pasado lo que tenía que pasar, quiero empezar reconociendo lo justo. Hoy, puedo decir que a pesar de todo, me siento afortunada de haberme encontrado, o reencontrado con personas tan válidas como Paco Turrillo o Juan Carlos Vela. Por abrirnos las puertas de su casa carmelitana y de su corazón de par en par. Porque Ella nos ha unido, y ha hecho que nos olvidemos de diferencias, de tonterías, de cosas que al fin y al cabo, no merecen la pena. Y hoy me siento orgullosa de tener a personas como vosotros a mi lado. De haber luchado juntos por un sueño. De haber compartido ilusiones. De saber que el patrimonio humano, es lo mejor que se puede tener, no en una asociación, si no en una vida. Y esa vida, a veces nos enseña, nos da lecciones de humildad. Y nos hace más HUMANOS. Sé que quizás tendría que haber escrito esto hace tiempo, pero como sabéis, no quería tocar el tema. Ahora que ha pasado todo, es justo que reconozca a quienes me han mostrado su incondicional apoyo en toda esta locura. Solo añadir que ojalá sigamos compartiendo sueños algún día y los veamos hechos realidad. GRACIAS POR TODO. 

Un mes entre corchos, musgos y figuritas, llega a resultar a veces agotador. Horas de sueño robadas, cenas inexistentes, y así hasta robarle tiempo al tiempo. ¿El fin? Aún me lo pregunto, pero me quedo con la satisfacción personal de haber descubierto lo que es hacer verdadera HERMANDAD con gente tan buena que no se pueden definir con palabras. De tantos momentos especiales. De ver el fruto a todo aquello a modo de felicitaciones, de miradas de emoción de la gente que tiene un corazón en el que habita la navidad todo el año. Por eso, antes de nada, agradecer a nuestros queridos Cobra, Rubén y Javi su tiempo, su dedicación, su esfuerzo, su buena fe. Porque ante todo, sois BUENAS PERSONAS y eso, es lo mejor que se puede decir de alguien. Gracias a los tres, y especialmente a Javi por ser el motor de aquella locura. 

El cariño no entiende de distancias ni lejanías. Por eso Olga estuvo desde el primer momento entre nosotros. Allí, poniendo musgo o buscando modistas para hacer capillos. O entre las butacas de un Quijano que casi vendía su Alma… Ella cruzó nuestros caminos hace años, y hoy puedo decir que eres de lo mejor que me ha podido dar. 

Días de nervios, de pegada de carteles, de venta de entradas, de movilizar a media Castilla La Mancha para aquel musical que no sabíamos muy bien de qué iba y con qué nos íbamos a encontrar (grata sorpresa la nuestra) Gracias a tanta y tanta gente por su ayuda desinteresada: José Luis Vera, Saúl, Fran, Fernandisco… y tanta gente que me dejaré en el tintero. A todos ellos, también, GRACIAS. 

A la gente como Miguel, Almu, Gonzalo, Félix, Pedro… que desde el principio, acogieron toda esta locura como suya propia. Mostrándonos algo más que apoyo logístico. Por su aliento, por su empuje, por su entusiasmo, casi mayor que el nuestro a veces. 

A nuestro amigo Magdaleno, por no titubear al mostrarnos su disposición y su buena fe desde el primer momento en el que le hablamos de nuestra idea. Familias como la tuya son las que hacen falta en esta ciudad. 

A Pastor, por enseñarnos tantas cosas que desconocíamos. Eres un maestro. Ahora quedan guardadas en el cajón, pero me llevo algo más que un puñado de anotaciones. 

A Alberto y David, por animarme con tanto entusiasmo a emprender la aventura. Por hacerme ver la Luz en los momentos donde las nubes la ocultaban, por abrirme los ojos en muchas ocasiones.

A la buena gente de la A.M Jesús Redentor, que se han convertido en buenos amigos. A Pakitus, Carlos, Sebas...Por su apoyo y su interés.

A Begoña, Pascual, Nacho, y a toda esa gran FAMILIA que tan bien saben hacer las cosas. Por vuestro apoyo y vuestro interés.

A Zafra, por demostrarme el significado de la palabra HUMANIDAD con todas sus letras. Por estar cada día al pie del cañón. Por preguntarme qué tal cada día.

Por supuesto, tengo que resaltar también el apoyo incondicional de Alejandro, porque una vez más hemos compartido sueños, sonrisas, y por desgracia, algunas lágrimas. Porque pasan los años, pasan las ilusiones, pero Ella nunca pasa…Y siempre consigue mantener vivos nuestros corazones. Por haberte volcado por la causa, por tu cariño, por tu valentía, por hacernos ver siempre ese otro encuadre de las cosas. Las palabras se quedan muy pequeñas para alguien de tu grandeza. 

No me olvido de Manza, tal vez de los primeros en abrir los ojos, hace muchos años. Y también de los primeros en no dudar en mostrarnos su ayuda y su apoyo. Porque es de los mejores frutos que ha cosechado este árbol, siempre con las ideas claras. 

Tampoco me olvido de César, de Luis, Jorge, Blanca, Pedro, Chechu, Javi Abarca, Alberto Sanz, Chata, y de toda MI GENTE del Señor. Por entender cuál era mi deber y apoyarme en todo momento. Por mostrarme su cariño, su ayuda…Por enseñarme cada día de humildad, de humanidad, de sencillez…Por tenderme su mano para todo lo necesario, ayer, hoy y siempre. 

Y para lo último dejo a aquellos que se embarcaron en este buque conmigo. A mi gente. A las siete personas que estaban dispuestas a formar parte en primera línea de esta aventura. A todos y cada uno de ellos por su valor y su coraje. A Evaristo, por ser tan incansable y estar dispuesto siempre a colaborar en lo que se le pida. A Fernando, por escuchar a tres “jóvenes locos” y acceder desde el primer momento sin ningún inconveniente. Por saber lo que es el trabajo bien hecho y estar dispuesto a seguir haciéndolo. A Carmen, por ser una luchadora nata y ser la primera en animar cuando cundía el desánimo. Por su actitud ilusionante siempre. A Pablo, porque nada podrá hacer que le deje de querer como a aquel niño que apareció tímido una vez de la mano de su padre. Por estar dispuesto a seguir trabajando como el que más, por entender que la amistad está por encima de todo. A Rele, por ser el motor de empuje de este barco, por su tesón y su empeño cuando los demás veíamos el mar negro. Por querer seguir adelante solo para poder trabajar en algo en lo que creíamos. A Leti, por ser la tranquilidad en el huracán, por su calma y su paciencia. Por no tener nunca una mala palabra. Por ser Paz. Por enseñarnos a todos de tantas cosas que desconocíamos. Y a Lalo. Por no entender de distancias para trabajar por Ella y por todos. Por ser tan entusiasta con todo lo que se propone. Por demostrarnos su cariño en todo momento y animarnos en los momentos más difíciles. Por no cansarse nunca y ser, como dirían en nuestra querida Sevilla “un jartible” 

Y por supuesto, a mi familia. Porque sin ellos no soy nadie. Por enseñarme a ser mejor persona cada día, por transmitirme unos valores y unos principios (algo tan escaso en nuestra sociedad) Por apoyarme en cada paso que doy en mi vida. 

A todos y cada uno de vosotros, GRACIAS, aunque esta palabra no pueda llegar nunca a expresar tanto sentimiento, ni tan siquiera, tanta gratitud. Porque es la recompensa que me llevo, porque es el mejor de los premios. Porque no podía esperar nada mejor. Para otros dejo lo superficial, yo me llevo el corazón LLENO. ¿Qué más puedo pedir? 




4 comentarios:

Paco Turrillo dijo...

Gracias por tus sinceras palabras. COmo dijo Juan Alberto Ramírez: qué pena, qué pena, qué pena....

Ánimo y de frente...el tiempo pasa deprisa y es el que dá y el que quita razones.

Begoña S.R. dijo...

Gracias Sonia, esta entrada te hace aún mas grande.
Sabes bien cuál es mi deseo y estoy convencida que va a llegar antes de lo que tú piensas. El tiempo pone todo en su lugar.
Esta mala experiencia te fortalecerá aunque ahora no lo veas claro.
Como ya te dije una vez, respira hondo, mira a tu alrededor y deja que esa preciosa sonrisa tuya siga dando LUZ
Un besazo

Francisco de Asís dijo...

La vida es como una composición musical, hay notas de mayor duración, de menor duración, reguladores de intensidad, matices, diferentes claves, diferentes registros, diferentes estilos...pero para que cualquier composición musical funcione y sea coherente hace falta ARMONIA; y si en terminos musicales definieramos eso, la vida, el tuyo seria sin lugar a dudas este amiga Sonia: ARMONIA.
Por ser una persona comprometida.
Por ser una persona que se preocupa por los demas.
Por ser una persona atenta.
Por ser una persona despierta y dinámica.
Por ser una persona capaz de materializar los pajaros en la cabeza que a muchos se les escaparon, escapan y escaparan volando.
Por ser...
Por ser...
Por ser...Ante todo una amiga de sus amigos.

Eres una señora amiga Sonia, me enorgullece contar contigo como tal.
se te quiere.

Pakitus

La_Crivi dijo...

Muchísimas gracias, de todo corazón. La suerte y el orgullo es mío de contar en mi vida con gente como vosotros. Como he dicho, es la recompensa que me llevo, que es mucho más de lo que pueden llegar a aspirar algunos, pues lejos de lo material, de la hipocresía, del cinismo, he encontrado el TESORO de vuestra amistad. Eso no se paga con nada. Y por eso, a pesar de los sinsabores, tengo mucho que agradecerle a Ella.