Otro Santa Cecilia más. Recuerdo aquellos años cuando esperaba con impaciencia ese fin de semana para disfrutar de la patrona de la música en la ciudad mágica, que estos días se llena de conciertos en calles e iglesias.
Y es que hay pocas cosas que sean tan universales cómo la música. Pocas personas las que no recuerdan muchos de sus momentos más especiales con el sonido de fondo de tal o cual canción. Y es que, independientemente de gustos, es el lenguaje universal.
Desde aquí, otro año más, felicito a todos mis amigos músicos, que no son pocos. Y les deseo un Feliz Día de la Música. Y como no acordarme de el músico que me ha acompañado toda mi vida y el que me provoca una sonrisa incluso en los días más grises...
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