Hace unos días tuve la dicha de vivir en primera persona una imagen similar a esta, pero en carne y hueso. Si la preciosidad de figura que el maestro Mayo Lebrija realizó a palillo para el belén de la Comunidad de Madrid me encanta, no os imagináis lo que emociona ver algo así en directo, y más viniendo de personas tan queridas y apreciadas. Mi querida Almu nos brindó desde su habitación de hospital una imagen parecida, una de esas fotografías que quedan grabadas en el carrete del corazón a modo de recuerdo, con el pequeño Martín, recién llegado al mundo, cómo aquel Niño que ahora sobrepasa los dos milenios. Y como aquel Niño, también ha traído una nueva Luz a sus padres y al resto de su familia, y por supuesto a todos los que tenemos el lujo de contar con la amistad de tan bellas personas cómo son Miguel y Almudena.
Si a Miguel le brillaban los ojos cuando miraba al pequeño, la Luz que desprendían los de Almudena cogiéndole la manita era más resplandeciente que la estrella que guío a los magos a belén.
Por eso siempre digo que Navidad no es una fecha, si no un sentimiento, y que está presente todo el año en el corazón. Vosotros este año habéis llenado de Navidad a todos los que os rodeamos.
Queridos Miguel y Almudena, gracias por compartir con nosotros los momentos más especiales de vuestras vidas, que esa Luz que se ha hecho presente en esta época tan bonita, ilumine siempre vuestros caminos, y que la Salud sea fuente eterna en vuestra preciosa familia.
1 comentario:
Gracias a tí... por querernos tanto y por tus palabras llenas de luz y sensibilidad. Un besazo
Publicar un comentario