sábado, 30 de marzo de 2013

Porque creo en los milagros


La palabra incertidumbre era la que se hacía presente aquel día de estreno en tantos sentidos para mi. Reconozco que dudé mucho, pues las previsiones no eran muy halagüeñas, pero finalmente, y cómo me dijo Alberto, todo saldría bien.

El sol resplandeciente iluminaba su moreno rostro. Su gesto, con esa amargura de saber lo que le espera, brillaba cómo nunca lo había hecho. Allí estaba El, con su túnica blanca, rodeado de sayones, de romanos, de su discípulo amado, del traidor, del que le pudo el miedo y le negó...Pero para mi, solo estaba Él. 

Allí estaba su gente, mi gente. Cuidando con mimo esa hilera infinita de capirotes azules, cada paso que daba, cada detalle. Rodeado de mis amigos, de aquel que comparte mis lágrimas y mis alegrías, de los que más quiero.

Y mientras le miraba a los ojos, en mi mente no hacía más que repetirse la misma pregunta una y otra vez: ¿Por qué? Seguía sin entenderlo, y el dolor se adueñaba de mi al recordar el motivo de mi presencia. 

Nunca he creído en las casualidades, soy de esas personas que piensan que todo pasa por algo, que todo en esta vida tiene un sentido. Y de repente, Almu me descubrió ese sentido. Estaba dibujado en el cielo, con forma de arco iris que intensificaba sus colores según se acercaba el Señor. Ahí estaba la respuesta. Era él quien sonreía. Era él quien había soplado a las nubes que tan amenazantes parecían y era él quien gritaba desde el cielo que seguía ahí, a nuestro lado, disfrutando de ese Cautivo que tanto le entusiasmaba. 

Y ahora si puedo decir, que fui testigo de un milagro. Y no me cabe ni la más mínima duda que era tu sonrisa, y que cómo dijiste, al mirar al cielo, sentiríamos tu mirada y tu beso...

Gracias por hacer realidad el sueño.

1 comentario:

Mada dijo...

Con amigos de este porte no tiene mas remedio que dibujar sonrisas en ese cielo que ahora es su casa, nada mas salir el Señor Cautivo a la calle el cielo se torno en azul y unas leves lagrimas refrescaron su rostro en señal de alivio por su inminente Pasión... El Señor todo lo hace por algo y sin duda alguna él es más necesario ahora ahí arriba que aquí, en este mundo de mortales, porque su LUZ y su magia se quedaban pequeñas y allá en ese mundo de ángeles y arcángeles siempre falta quien nos ilumine y nos diga y nos muestre que los milagros existen y él es uno de esos milagros...
Ojala los amigos fueran como tu...