lunes, 21 de abril de 2014

Me dueles...

Hace mucho, quizás demasiado tiempo que no hablamos. O mejor dicho, que no hablamos cómo antes. Por eso, aunque tengo bastante que contar, quiero empezar por Ti. 

Hay distancias mucho más duras que las físicas. Distancias impuestas por la hipocresía de aquellos que estando cerca tuya, son los que más lejos están. Lo nuestro siempre ha sido una historia de sueños, tan efímeros a veces, que no nos daba tiempo a paladear. Sueños que nunca se cumplieron, porque no nos dejaron hacerlos realidad. Y mira que tanto Tú cómo yo, le pusimos empeño.

Nos prohibieron querernos. Casi se molestan si nos ven mirándonos. Han preferido aislarte de todo, de todos. De los que tanto entregamos por Ti. De familias enteras. De los que nos dejamos la piel, el alma, el tiempo robado a los nuestros, incluso a veces, el tiempo de los nuestros...

Y escuchamos salir de sus labios palabras vacías, carentes de su significado. ¿Acaso saben tu nombre? ¿Acaso un grito puede más que el silencio? ¿Acaso el que hace más ruido es el mejor? Pero he ahí el problema. Ellos, tratando de ser los mejores, nosotros, simplemente, tratando de ser...De estar. De saber. De respetar. 

Nunca fue más triste el día grande. Te miraba a la cara continuamente, sin querer desviar la vista a lo que te rodeaba para que el alma no se me siguiera partiendo en mil pedazos. Porque aún si pasaran mil años, mil años me dolerías.

Y me duelen los desplantes, los desprecios. Me duele la falta de decoro o de dignidad. Me duele ver el trabajo tirado por la borda. Me duele verte en un jardín botánico. Me duelen las arrugas de tu manto o la falta de simetría de tu rostrillo. Me duele verte a un paso más propio de militares que de Madres. Me duelen los sueños que quedaron sólo en eso...

Me duele la prepotencia con la que te arropan. Me duele que no sean capaces de darse cuenta del daño que te hacen. Me duele que prefieran borrar nombres de un listado a reconocer sus errores. Me duele que te tengan cuál propiedad privada. Me duele que ni hagan, ni dejen. Me duele que todo el que intenta engrandecerte, tenga que huir escaldado. Me duele que no sepan ver que todo pasa, y que su momento terminó hace mucho (si es que alguna vez lo hubo) 

Pero sobretodo, me duele verte así...Tan abandonada en esa capilla de la que les preocupa más un nombre a que se pudran a tus pies las flores secas...O que no tengas ni flores a veces. Y me duele ver fuera a tanta y tanta gente que te quiso, te quiere y te querrá. Me duele que te aparten de tanto...Y que sean capaces de decir que somos los demás los que nos apartamos. Me duele la altivez. ME DUELES TÚ.

He callado durante mucho tiempo. He procurado mantenerme al margen, guardar las distancias impuestas. Pero ya no he podido más. Tenía que empezar por Ti y por mi. Porque te quiero, y por eso me dueles. Esté cerca o lejos. Porque creo que mi única culpa ha sido esa, quererte. 

Y ya que no nos dejan querernos como nos gustaría...Sólo me queda llorarte.


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