martes, 6 de abril de 2010

Despertando del sueño

Cómo describir en unas cuantas líneas todo lo soñado. Cómo convertir en palabras la magia de tanta ilusión. Son tantos los sentimientos, tanta la nostalgia que me invade, que no se ni por donde empezar.
Un viaje con maletas llenas de sonrisas, de ilusiones, de alegría. Con canciones entrañables, pusimos rumbo a tierra de María Santísima, en el "lalomóvil" y en menos de lo previsto, estábamos respirando el olor a azahar que nos invadía. Llegada a Villa Relea, con la mesa preparada y torrijas sobre ella, gran recibimiento de Maése Tiemplas y Maése Relea, demostrando, una vez más, su calidad humana, cosa que en estas épocas se estila poco. Gracias a los dos por darnos todo lo que está en vuestra mano siempre, por tratarnos con tanto cariño, y recibirnos siempre con la mejor de las sonrisas.
Comenzó una tarde mágica, llena de Pasión de un sábado que prometía mucho. Abrazo esperado en plaza de armas, café con esos ojos azules que tanto quiero, rato de confidencias y cariño... y rumbo a San Pablo a por Olga, que si algo bueno nos ha quitado Sevilla a los manchegos, es a una amiga como ella. Armados de valor, y riéndonos mucho, partimos a Torreblanca, barrio peculiar dónde los haya, después Alcosa, a disfrutar de una gran banda, y un paso que nos sorprendió gratamente, y por último Nervión, con un Señor algo nazareno. Más tarde cerraríamos la noche con la magia de un sábado de pasión esperado mucho tiempo, para que el día se abriera con un soleado Domingo de Ramos.
Y que decir de este día. Cuando la Cruz de guía de caoba se pone en la puerta de Molviedro, algo se me remueve por dentro... nervios, cosquilleo en el estómago. Todo empieza y la poesía para los sentidos comienza a escribir sus primeros versos. Este año, con la nota especial de poder compartirlo con gente a la que adoro. Y así, disfrutando de un palio de malla perfecto, de un zaqueo subido a una palmera, de la eucaristía de la sagrada cena, de un nazareno muy familiar, de una romántica entrada en Molviedro de nuevo con los sones de mi banda, de un reencuentro mágico a los sones de A ti Manué, de una impresionante amargura, y de un fin de noche en Triana, pasó nuestro domingo de ramos, PERFECTO.
Por no extenderme demasiado, diré que el lunes (aunque algo extraño por la lluvia) y el martes, fueron días también cargados de risas, de magia, dónde el cansancio no consiguió vencernos, y además me dio el regalo de poder estar con más de los míos, con los de siempre y con los de ahora, con casi todos los que quiero.


Sabor agridulce el martes por la noche, comienzan las primeras despedidas (ya sabéis que las odio) y la sensación de que casi había acabado de llegar y ya tenía que irme. Aún tengo grabada en mi retina el palio de Consolación alejandose de mi en aquel barrio en el que días antes había casi empezado todo. Consolación era lo que yo necesitaba al escuchar esa marcha y ver que tocaba volver a casa.
Y al llegar a casa, encontré el Consuelo. Porque las cosas bien hechas, bien parecen, y así fue como este año, más que nunca, disfruté de una gran cofradía en las calles de la Mancha. Impecable blanco de nazarenos que te hacían seguir soñando.
Del jueves santo, recuerdo el olor a torrijas que estaba haciendo mi madre cuando me levanté, típica estampa cofrade (no se si la cantidad de torrijas que hizo, que fue elevada, llegaron al sábado, pero aún así he perdido dos kilos esta semana santa) De lo que vi por la tarde... mejor no hablar. Ya empezaba la cruda realidad.
Madrugá fría, de túnicas moradas, con calles silentes y poca expectación esta vez para ver a Dios. Menos mal que siempre habrá unas monjitas dispuestas a abrir su puerta cada madrugá de viernes santo para recibirle. Y eso cura todo. Zancada larga, racheo a esparto y un impresionante e imponente cuerpo de acólitos dignificando el paso del Señor.
Viernes Santo de penitencia (más que nunca) de reflexiones, de lágrimas, de rezos... De nostalgias y recuerdos, de contarle secretos bajo mi antifaz, de miradas que no todos entienden, de penitencia, penitencia, penitencia, mucha penitencia. Gracias Madre, por darme el momento más especial de mi Semana Santa, cuando aquella anciana en silla de ruedas, se emocionó al ver aquella estampita con tu rostro, el rostro más bello, el de la Madre de Dios, y no dejaba de besarte y enjugar sus lágrimas. Guarda a esa buena mujer y dale salud muchos años, porque aunque ella no lo sepa, es la que ha dado sentido a mi salida penitencial, y en general, a toda mi Semana Santa. Porque a veces me pregunto el por qué de todo esto, y he aquí la respuesta. Gracias por ponerla en mi camino.
Viernes Santo también de hermanas, dónde después de muchos años, pude compartir contigo Soraya y contigo, Olga, estos duros momentos, y porque después de un año muy difícil, hemos sabido cual era nuestro lugar. Gracias por compartirlo conmigo.
Tarde de Piedad, de Dolor, de caras reflejando nuevas ilusiones, de roquetes llenos de alegría, y de felicidad. Porque habéis demostrado lo que son los cofrades de verdad, estando allí dónde el Señor os llama y os necesita, porque esto si que es HERMANDAD con mayúsculas, y porque es otra de las cosas por las que esta bendita locura toma sentido.
Y después de un lluvioso sábado santo, pusimos el broche de oro a la semana grande en Linares, dónde allí el Señor si resucitó llenando de Amor a un pueblo minero. Armonía musical Cerca de Tí, y cierre de la más mágica de las semanas.
Gracias al incansable Lalo, por tu paciencia, por los momentos de espera comiendo galletas de chocolate que nos devuelven a la vida, por la bulla en Triana, y por todo tu cariño con "tu cani" ;)
Gracias a Leti, porque eres la amabilidad en persona, por ser tan buena, y por estar dispuesta a todo siempre. Un placer compartir este viaje contigo.
Gracias a Pedro y Relea, por darnos tanto por tan poco, por ser AMIGOS con mayúsculas, porque como dije antes, siempre nos reciben con la mejor de las sonrisas.
Gracias Carlos por tus geniales presentaciones, por hacernos partícipes de cada acto aunque no hayamos estado presentes.
Gracias Saúl por cada mensaje relatandonos todo, por mantenernos informados, por hacernos reír, que es lo mejor de la vida.
Gracias Fran, por tanto cariño, por ponerte esa túnica morada, por tu atención en todo momento, por ese lunes santo (¿que estarán haciendo en Huelva?) por ser como eres.
Gracias Mario, por seguir siendo mi confidente, por compartir secretos y darme tu confianza.
Gracias Mikel, por tu ilusión, por tu cariño, por amenizarnos muchos momentos, por ser de lo mejor que me ha pasado en lo que llevo de año, después de momentos duros.
Gracias Esteban, porque eres ÚNICO, porque después de tantos años conociéndonos, por fin vemos un paso (bueno, más de uno) juntos, por tu amistad incondicional.
Gracias Rubén, por que eres de lo mejorcito que hay, por escuchar siempre, por ser fiel a tus principios, por compartir esta pasión conmigo, no sólo una semana, si no todo el año.
Gracias Miguel y Almu, porque sois más que cofrades, y sois otra de las razones por las que esto tiene sentido, por ser todo un ejemplo en la vida cristiana, y por ser mis amigos, de los mejores regalos que me ha dado este a veces ingrato mundo cofrade.
Gracias Olga, por seguir sumando risas a mi vida, y también compartiendo lágrimas, porque al final Ella decidió nuestro sitio, y ha sido todo un placer compartirlo contigo.
Gracias Álvaro por cada abrazo lleno de cariño, por ese reencuentro en Molviedro, por poner el broche de oro a un mágico Domingo de Ramos. Porque quererte es poco.
Gracias a mis hermanos nazarenos: Jorge, Blanca, César, Chechu, Torrisi, Edu... y todos los que me dejo, por hacer que el Señor cada vez se pasee con mas dignidad, y porque hacéis que me sienta orgullosa de tener la sangre morada, y sobretodo, de ser vuestra amiga.
Gracias Soraya, por seguir removiendo tu alma cuando hueles a incienso, por renovar tu Fe cada año, por poner en práctica la divina MISERICORDIA más que nadie, por ser mi hermana y quererme tanto como yo a ti...
Gracias Javi por otra Semana Santa más. Por tu paciencia y tu buena voluntad. Por ser mi pañuelo de lágrimas en tantas ocasiones, y el bastón dónde apoyarme cuando decaigo. Gracias también por quererme, por compartir la magia conmigo.
Y gracias a mi familia, a mis tías del alma: Mari y Laura, que desde siempre nos apoyan en esta bendita locura y nos dan aliento cuando el cansancio se empieza a apoderar de nuestros cuerpos. Por escuchar su voz estando a 400 km cargada de ilusión por vernos a nosotras ilusionadas. Por seguir este caminar desde hace 22 años. Gracias a mis primas: Laura, Rocío, por venir a darnos un abrazo cuando lo necesitabamos. A Sandra porque aunque es la más peque es la que sigue compartiendo el caminar nazareno a nuestro lado. A María porque en su corazón lleva a nuestra Madre tan dentro como yo.
Gracias a mis padres por asumir que una semana al año, tendrán que ponerse una foto nuestra para vernos, por tenernos preparada la tortilla de patatas el viernes santo, y las torrijas el jueves, por escuchar a Carlos Herrera cada madrugá e intentar entender nuestra pasión.
Y cómo no, gracias a mi Yaya, por hacer posible que esta locura sea realidad, por prepararnos las túnicas con tanto cariño, por coser cada hilo de ellas con tanto amor, y por preocuparse a cada momento de nosotras.
Ahora, despierto de nuevo a la realidad, dónde todo acaba de comenzar, dónde nuevos sueños nos invadirán con el olor de la primavera, dónde aún escucho el tintineo de una bambalina moviendose al compás, dónde la magia volverá... Veo alejarse un cortejo de nazarenos. Y pronto volveré a ver una nueva cruz de guía, tal vez en caoba, comenzando una nueva poesía para los sentidos, rimando versos de aromas, de sonidos...



3 comentarios:

Fran dijo...

¡Gracias a ti!
Y bueno... habrá que reir y disfrutar con las Glorias y con los recuerdos... Villa Pajarón se prepara la temporada primavera/verano 2010 por todo lo alto...
Y la piscina también jejeje

Anónimo dijo...

Gracias a ti, Sonia!!

De todo corazón, por ser el apoyo en momentos difíciles y por compartir conmigo esta semana santa donde ha habido tantas emociones.

Y bueno, tenemos quedadas de puesta en común por delante,no?

Un besote!!

Leticia.

LALO dijo...

Ay mi cani!!! Gracias a ti por dejarme compartir tantos y tan buenos momentos contigo... ha sido todo tan intenso... y muy especial! guardaré con mucho cariño esta semana santa por tantas cosas vividas con vosotros, que es lo mejor de este mundo loco de las cofradías: vuestra amistad... un abrazo grande, de corazón, desde la ciudad imperial