Los días de los que no sueles esperar nada de ellos, acaban siendo los más especiales. Permitirme que hoy comparta con vosotros mi ilusión al conocer esta tarde a mi periodista más admirado: Carlos Herrera. Quién iba a imaginar que lo que llevaba Miguel Ángel Rodríguez en su bolsa, eran un par de libros de Imagineros de la Luz para regalarle, y quién iba a imaginar, que minutos después, aparecería saliendo de mi querido San Pedro, Carlos Herrera, hablándonos de lo maravillado que había quedado con la capilla de los Coca, de lo bonito qué es San Pedro y de la historia que había entre aquellos muros. Y así, cómo si de amigos se tratara, hemos hablado de la gran banda que es Virgen de los Reyes y la buena gente que hay en ella, de lo bonito que es el Despojao, o las calles en el Corpus, cuando sale a verlas con 8 amigos vestidos con el mismo traje, y la misma camisa... Y por supuesto, cómo no acabar dándole una estampa de nuestros titulares, de los que ha admirado su belleza. Qué buena gente, y qué cercarnía con todos.
Creo que hasta hoy no he sido realmente "consciente" de la importancia que podría tener "Imagineros de la Luz", de lo buen embajador que puede ser de lo nuestro, de lo que significa este sueño que un día comenzamos a trazar entre unos cuantos amigos...
Gracias Miguel Ángel por ser tan GRANDE.
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