miércoles, 15 de junio de 2011

Cuando Dios camina en la clandestinidad















Y es que hay cosas que nunca llegaré a entender. ¿Por qué el Señor de la Ciudad, el mismo Dios, tiene que caminar SOLO por las calles? ¿Por qué nadie alza la voz, por qué después de más de 2000 años seguimos dejando que lo maltraten, que lo humillen? ¿Acaso no es digno de nuestra presencia? ¿Quién es más que Él para decidir quién puede o no ir a su lado?

Con lo que pudo ser y no fue...

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