miércoles, 29 de junio de 2011

La fuerza de la VIDA





Llevo unos días pensando en qué decirte. En cuáles son las palabras indicadas para decir en situaciones tan difíciles cómo ésta. Sé que lo estás pasando mal, que no esperabas verte así, en un hospital, lejos de la familia en lugar de estar disfrutando de unas merecidas vacaciones. Y es que cada vez me reafirmo más en que no nos damos cuenta de lo importante que es la Salud hasta que no nos vemos en situaciones así.

Ahora es momento de reflexionar, de dejar atrás aquello que te ha hecho este daño y volver a empezar. Sé que cuesta, que es difícil. Pero también sé que eres fuerte, y que más fuerte que ese maldito vicio es la sonrisa de ese niño que nos ha llenado de alegría a todos. Y el brillo de tus ojos cuando le ves, cuando hablas de él. Y también fuerte es el amor de los tuyos que no te vamos a dejar sola, que te ayudaremos a luchar y a seguir adelante.

Sólo un par de entradas más abajo comentaba que me resultaba casi imposible encontrar un recuerdo de mi infancia sin la Yaya. Pues hoy añado que se me hace imposible encontrarlo también sin ti y sin Laura. Porque no eres una simple tía y lo sabes. Siempre hemos tenido una relación tan especial... Tal vez por ser también mi Madrina, cosa de la que presumiré siempre, o tal vez porque no me he separado de tí nunca y me llevabas cómo "un llavero" desde que era bien pequeña.

¿Te acuerdas de los domingos en los jardines de los soldaos, tú leyendo el periódico y yo en los columpios? Recuerdo que allí me regalaste mi primer libro "Cuentos de Green" que con tanto cariño guardo, y en el que me escribías que para empezar a estudiar tenía que leer mucho, que empezara leyendo esos cuentos tan bonitos. Eran las navidades de 1986. También recuerdo aquellos playmóbiles, o los regalos del Ratoncito Pérez, o las fotocopias de mi mano en tu oficina, desde la que veíamos las carrozas cada Carnaval. Y recuerdo mi primera estación de penitencia, tú siguiéndome todo el recorrido, por si me cansaba y me quería salir. Aquellos fines de semana en la Tabla de la Yedra o esas tardes jugando por el Torreón.

Luego llegó la etapa del campo, con nuestra piscina de "Toy" en la que tan felices éramos, durmiendo en colchones en el suelo o en una tienda de campaña. Aquellos paseos en bici al caer la tarde, con María en el trasportín de atrás y Dona en mi cesta ¿te acuerdas? Me encantaría volver a hacerlo. Fue una época tan feliz...

Ha pasado el tiempo, han cambiado algunas cosas, pero nuestra relación sigue siendo igual, el cariño sigue creciendo cada día, y esos recuerdos que permanecerán siempre en nuestros corazones seguirán creciendo con otros momentos que aun nos quedan por vivir.

Sólo me queda desearte que te recuperes pronto, que te pongas buena, que nos quedan muuuuuuuchas cosas por hacer, por vivir, por sentir... Que aquí todos te esperamos, y estamos pendientes de ti a cada momento. No estés triste, la vida a veces nos trae momentos duros cómo éste, pero es ahora cuando te vas a dar cuenta de todo lo bueno que tiene la vida, de lo realmente importante, de lo feliz que puede llegar a hacerte una sonrisa.

Y aunque no nos veas, estamos allí contigo, no te dejaremos sola, y te tenderemos la mano para que seas tú la que hoy se agarre a ella. No puedo decirte más, porque las palabras a veces se quedan pequeñas. Sólo añadir algo que ya sabes:

TE QUIERO.

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