El olor a tierra mojada nos despierta. Ya se agradece la mantita y el agua caliente en la ducha. Tras el estío, comenzamos a desperezarnos del letargo y volvemos a disfrutar de una de las mejores épocas del año. Sus tonos ocres, su caída de hoja, su humedad... Y con ella, los primeros bramidos del ciervo, que anuncian una nueva berrea, uno de los mejores espectáculos de la naturaleza.
Todo vuelve. El ciclo de la vida sigue su curso, y una nueva época se abre paso entre nosotros. Sumerjámonos en ella.
1 comentario:
Mi estación preferida. Y de tus fotos, prefiero la segunda, esa perspectiva baja de las hojas,es muy original.
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