viernes, 28 de mayo de 2010

Próximo destino: el Paraíso




Un cosquilleo se ha apoderado de mi estómago, y una sonrisa de mi cara cuando pienso que en unas horas le volveré a tener cerca. La voz más bonita del mundo sonará mañana en Puertollano, y volverá a emocionarnos una vez más. Y es que, como siempre digo, el día que le escuche y no se me remueva algo ahí dentro, habré dejado de tener sentimientos.




Porque soy feliz con escuchar su voz, porque he crecido con él, he llorado, he reído, he bailado, he soñado, HE SENTIDO, y lo seguiré haciendo mientras viva.




Unas horas para ver al maestro, al más grande entre los grandes, y ya empiezo a soñar. Porque es una ilusión constante...

No hay comentarios: