jueves, 27 de mayo de 2010

Sabor a barrio manchego





Aunque pocos, aún quedan rinconcitos con ese sabor a barrio de antaño en esta villa. Paseando por el Perchel, vemos esta impecable casita, con ese añil manchego que casi tenemos olvidado.
Y es que el Perchel, es de esos rincones en los que se deleitan los cinco sentidos: la vista por su belleza en paisajes cómo este, el olfato por ese olor a azahar y geranio, el gusto por ese sabor manchego que conserva, el tacto por esas centenarias piedras que cobijan a la mejor de las percheleras, y el oído por esas campanas que tocan a gloria cada día.

Perchel de mis amores
rincón de grandes pasiones,
que en tus muros cobijas
siglos de historias y vida.
Sabor a barrio manchego
dónde el añil es fiel reflejo
de una bella tradición
de fe y de devoción.

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