Hoy puede reinar la cordura y la coherencia allí dónde hace tiempo que se perdió. Puede ser el comienzo de algo grande, de que las personas ÍNTEGRAS tengan su recompensa al trabajo bien hecho, a su esfuerzo, a tantos días de sinsabores. Puede ser el día en que se valore lo que de verdad importa para engrandecer aquello que se quiere, fuera de personalismos e intereses particulares.
Y ojalá lo sepan apreciar quiénes tienen el deber de hacerlo. Ojalá sepan valorar el patrimonio humano que se les presenta y se les da la oportunidad de coger. Porque muchos querríamos gente así en nuestras hermandades, y no me cabe duda de que, si les dejan, harán la historia que se merece su hermandad, y no la que ha tenido durante los últimos años.
Porque se merecen la oportunidad que aún no han tenido mientras otros han desaprovechado. Por eso les deseo mucha, muuuuucha, muuuuuuuuuuuuucha suerte, y que el Señor y su Bendita Madre les den fuerzas y ánimo para afrontar lo que viene por delante.
2 comentarios:
Sonia, muchísimas gracias de corazón por esas bonitas palabras de aliento, tan necesarias (te lo aseguro) hoy.
Aunque los malos presagios no me abandonan desde hace unos días, hoy especialmente el nerviosismo y, por qué no, un sentimiento de impotencia (sí, a estas horas) y de desánimo me inunda...
Gracias por estar ahí siempre, en lo bueno y en lo malo, por tu sinceridad y por tu valentía. Estoy tremendamente orgullosa de considerarme amiga tuya.
Reza un poquitín, a ver si hay suerte. Ojalá los hermanos voten objetivamente y con la única motivación de lo mejor para Ellos y no para otros...
Un besazo y muchas gracias de corazón ;)
Siempre nos emocionas Sonia. por todo lo que hay a nuestro alrededor estos sueños e ilusiones merecen la pena.
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