miércoles, 22 de julio de 2009

Las consecuencias del fuego y el viento










Ayer fue una tarde de nervios, de llamadas de unos a otros, de un cielo espeso y blanco como si de pleno invierno se tratara con niebla, solo que en vez de el frío característico, nos invadía un sofocante calor, provocado por el incendió que rodeó toda la ciudad, y que por desgracia calcinó algunas casas y chalets. La nube tóxica de humo se extendió rapidamente por toda la ciudad, afixiándonos sin poder ni respirar... El miedo nos invadió a todos, sin parar de llamarnos entre familiares y amigos, y hoy damos gracias a Dios de que estamos todos bien y que dentro de lo malo, "sólo" han sido daños materiales. El viento arrancó muchos árboles de cuajo (imáginaos a la velocidad que se propagó el fuego desde el Cerro de Alarcos hasta la Carretera de Toledo, unos 1o km) y nos dejaba un paisaje tan desolador cómo éste del Club de Campo.
Un susto, que por suerte, quedó en eso.

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