A veces las tradiciones se pierden "por culpa" de esto de las nuevas tecnologías. Yo soy muy tradicional. Me encantan las cartas escritas a mano, y las postales enviadas desde cualquier lugar del mundo. Me hace especial ilusión abrir el buzón y ver una carta a mi nombre, de algún familiar o amigo que está a unos cuantos kilómetros. Ayer recibí una de mi hermana, desde sus días de descanso en Roma, la ciudad soñada. Fotos preciosas que te hacen transportarte en el tiempo al lado de esa persona, y soñar...
Recuerdo que mi tía coleccionaba postales, las guardaba en una vieja caja de latón, y a mi me encantaba verlas de vez en cuando. Tenía muchas, pues sus años de internado dieron para unas cuantas... Atardeceres preciosos a la orilla del mar, monumentos impresionantes llenos de historia, o un bonito animal... Cualquier postal suele ser preciosa.
Tambien me acuerdo de aquellas postales que me enviaban desde Suances, o las cartas de los primeros años de universidad de mi hermana... Por desgracia, cada vez son menos (y me incluyo) las postales o cartas que enviamos, pues el mail es más rápido y llega al instante, pero son costumbres que no deberíamos perder, pues ello cultiva nuestra ortografía, nuestra cultura, y sobretodo, conserva tradiciones tan bonitas cómo esta.
1 comentario:
Son muchas las veces que aun cojo mis postales y recuerdo......... aunque aun me cuesta un poco encontrarme todas las de mi epoca de internado (que son la mayoria), casi soy capaz ya de leerlas sin entristecerme, pero es verdad conservo un tesoro, seguramente tenga casi 1000 postales... me encantan ...
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