Y para Dios
Comienza Tu semana. Los últimos días de mirarla desde el retablo. Pronto bajarás a la tierra para estar más cerca de todos, preparándote para salir por esa ojiva bendita, para pasearte por un pueblo que te espera impaciente de ver tu zancada, impaciente de mirarte desde abajo. Volverás a inaugurar sentimientos, a evocar las primeras lágrimas a provocar las primeras emociones.
Volverás a inaugurar calles vírgenes aún de tu caminar, del caminar de Dios, a llenarlas de Ti. Pero antes, nos dejarás besar tu pie otro año más, una y mil veces, en forma de beso dulce que reposado te acaricia. Y en forma de clavel que lucha con sus compañeros para estar más cerca de Ti. Y en forma de cariño.
La plata empieza a presumir reluciente, presta a engalanarte de nuevo. La túnica preparada, y la cera se impacienta por darte LUZ. Todo comienza de nuevo, con la ilusión renovada como si fuera la primera vez.
Siete días para el gozo, para la gloria, y hoy es el día primero de la Semana de Dios.
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