Hay personas a las que al poco de conocer tienes la sensación de que fueran de toda la vida. Eso me pasa a mi con Pedro, el mejor fichaje de los últimos tiempos de mi hermandad nazarena, no me cansaré de decirlo.
Cofrade por los cuatro costados, de los que trabajan sin rechistar, sin hacer el más mínimo ruido, callado, con la ilusión del que acaba de llegar, pero con la experiencia del veterano. Conjunción perfecta para el mundo de las cofradías.
Y es que estoy segura de que a todas les gustaría tener un Pedro Caravaca entre sus hermanos. Pero voy más allá. A todos les gustaría tenerlo de amigo. Y yo tengo esa suerte. La suerte de tenerlo entre los más cercanos, la suerte de que siempre esté dispuesto a escuchar, a dar ánimos, aliento, a apoyar, a prestarte su hombro y arrancarte una sonrisa en los momentos difíciles.
Y suerte o privilegio el que tiene mi hermandad de tener a gente tan HONRADA y HUMILDE como Pedro de trabajar en sus filas, y eso a día de hoy, es difícil de encontrar.
Que mi hermandad está en su mejor momento, todos lo saben. Pero el motivo no es el nuevo paso del Señor, ni que le acompañe la mejor de las agrupaciones el Domingo de Pasión, ni cien túnicas moradas en la Madrugá. El motivo es el PATRIMONIO HUMANO que ha ido cultivando y labrando estos últimos años y que, a las pruebas me remito, ha florecido.
El Pertiguero de las Reglas de la Hermandad, el portador de su historia, de sus fines, de sus normas...Personaje que se ha hecho imprescindible en nuestra Semana Santa, pues todo buen cofrade sabe que ésta comienza con la Pasión del V Domingo de Cuaresma.
Tenía ganas de dedicarle un huequecito en mi blog. Sencillamente porque me apetecía. Y porque se lo merece.
1 comentario:
Si Señor, pedazo de persona y de cofrade...El rodearse de buena gente, da como fruto esto....
Saludos y animo.
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